Le voy a contar el caso de José Aniceto: él es un técnico trabajador del Sistema Municipal de Aguas y Saneamiento de Torreón, tiene asignada la tarea de darle mantenimiento y abrir las válvulas de acceso de un megatanque para que el agua fluya de manera adecuada en el sector conocido como Monterreal al oriente de la ciudad, que cuenta, por cierto, con un extenso territorio, pues bien -literalmente- José Aniceto llega diariamente a su trabajo en punto de las seis de la mañana y debe sacar de la cajuela de su coche una pala -que él mismo compró- para comenzar a quitar de la entrada del predio, kilos y kilos de basura: ramas secas, bolsas de desechos, vidrio, animales muertos, heces de perros y qué cree, el hombre ya se acostumbró y hasta adoptó -como parte de sus funciones- recoger basura para poder entrar a desarrollar verdaderamente sus actividades.
Lo peor del caso es que son los mismos vecinos de la colonia Monterreal los que tiran ahí los desechos, en el megatanque que les abastece de agua, así que están inmersos en un círculo vicioso, se quejan porque no tienen agua, porque José Aniceto siempre invierte una o hasta dos horas en retirar la basura de la puerta de entrada a su trabajo.
¡Ah! y esto no es un problema privativo de la Comarca Lagunera, se trata de una idiosincrasia tatuada en los latinoamericanos, así ocurre en todo el país, vaya a todas partes -salvo sus honrosas excepciones- y pasa lo mismo, desde la Baja California hasta la península de Yucatán y aquí, discúlpeme pero no tiene responsabilidad ninguna autoridad, de ningún nivel de gobierno, más que de nosotros que nos regodeamos en la cultura del corral y el trochil.
Dice el director de Servicios Públicos Municipales de Torreón, Fernando Villarreal, que según cálculos del personal del área a su cargo, en la ciudad existen más de 90 terrenos de grandes dimensiones que presentan la misma problemática (por cierto, al día siguiente, Servicios Público empleó más de 15 viajes de camiones de volteo para retirar 100 toneladas de basura de ese punto en Monterreal), así que " a ojo de buen cubero", hay ocho mil 900 toneladas de basura regadas por las calles, la realidad es que no tengo claro qué estamos respirando en nuestra ciudad, "guácala".
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