Conocí a Marcela López Linares hacia 1979 en la desaparecida Galería de Arte “El Granero”. Nos presentó Coca Sariñana.
Marcela tenía poco de vivir en Carlos Real, Lerdo, es egresada de la ENAP UNAM y de la Escuela Nacional de Artes Decorativas de Aubusson, Francia.
Marcela ya era una artista reconocida por sus tapices y pinturas y dibujos de mujeres hermosas, robustas.
Dio clases sabatinas de tejido un tiempo en el jardín de la Galería de la calle García Carrillo en esta ciudad.
Luego la saludaba en la Casa de la Cultura de Gómez Palacio, donde también dio clases. Más tarde tuvo una estancia en Cancún, Quintana Roo, donde realizó algunos murales y regresó a La Laguna donde ya va a cumplir medio siglo de residencia.
Marcela López se caracteriza por su excelente sentido del humor, su amor a la vida, su forma de vida sencilla, plena y divertida, ella misma diseñó su casa y huerto en el ejido donde todavía hay personas que la reconocen como “la señora de los Mercedes”.
Se retiró de la docencia universitaria y en instituciones culturales cuando llegó a los 74 años de edad, sigue trabajando en la pintura, el dibujo, el tapiz y una de sus pasiones: el grabado.
Sus tapices, grabados y pinturas se han expuesto en el Palacio de Bellas Artes, el Museo de las Culturas, el Centro Nacional de las Artes, el Museo de Ciencias y Artes de la UNAM, la Galería de Arte Misrachi en la Ciudad de México; en Cuba, Polonia, Francia, Holanda, Rusia, Estados Unidos de América y en Noruega.
Esta semana inauguró en su casa, la Galería de Arte Contemporáneo del teatro “Isauro Martínez”, su exposición “Laberinto” con 36 pinturas, 9 grabados y un tapiz. Justo hace un año estuvo en la misma galería invitada por el Instituto Municipal de Cultura y Educación de Torreón y el teatro “Isauro Martínez”.
El público tendrá tiempo suficiente para admirar a los ojos, frente a frente, a los toros que tienen esa mirada tierna, humana, plástica que no pueden pasar desapercibidas.
El teatro “Isauro Martínez” fue sede de las clases que durante más de 30 años impartió Marcela López a todo tipo de público, lo mismo hizo en universidades como el ISCyTAC (hoy ULSA) y la UIA Torreón.
Ella siempre ha compartido lo que sabe, lo que aprendió en “San Carlos”, en la Escuela de Aubusson, donde estudió la especialidad de pintura mural y textiles, con los grandes artistas mexicanos con quienes convivió en los años 60 y 70 en la CdMx y más tarde con sus compañeros del taller de grabado “El Chanate” del que es una de sus fundadoras.
El Minotauro y Marcela se llevan bien.
El mito cretense está vigente porque necesitamos de esas historias mágicas, misteriosas, bellas del enfrentamiento entre el humano y el animal y Marcela lo entiende bien, lo contempla a la distancia, se sumerge en el laberinto cretense, de la mano del héroe Teseo mira de frente al toro, pero no lo reta, lo comprende…
Como tantos artistas en la historia, Marcela López confirma que a los 80 años se puede seguir el camino trazado a los 20 años y que se tiene en ánimo de acudir a la Galería para ser vista y escuchada por el público, no siempre complaciente.
Ella está viva y sigue creando personajes, momentos, emociones con su mismo trazo y color.
Fuimos compañeros de cátedra, de sobremesa también, la he escuchado en las inauguraciones de sus exposiciones, soy testigo de su generosidad como persona y como artista y, por supuesto, celebro la apertura de su exposición “Laberinto”.
Que sigan los éxitos.