Retos para la tecnificación sustentable de los sectores productivos

Ciudad de México /

El 11 de julio se celebró el Día Mundial de la Población, fecha relevante toda vez que a nivel mundial desde 2021 se rebasó la barrera de los 8 mil millones de habitantes y para 2050 se estima que alcancemos 10 mil millones. El mayor crecimiento de esta población se da en las ciudades, mientras que en las zonas rurales, donde principalmente se producen los alimentos, sucede lo contrario. Según datos del Banco Mundial, en 1960, 68 por ciento de la población mundial vivía en zonas rurales, mientras que para 2024 este número oscila en 39 por ciento, lo cual implica que cada vez menos productores, con recursos más limitados, como suelos degradados y una menor disponibilidad de agua, se ven obligados a elegir entre mudarse a las ciudades en busca de oportunidades laborales o buscar alternativas para seguir siendo productivos.

En México, según datos estadísticos del Inegi, la población total es de 132.8 millones de habitantes. De esta cifra, 79 por ciento corresponde a la población urbana, mientras que 21 por ciento, con poco más de 27 millones de personas, vive en zonas rurales. Lo alarmante de esto es que esta población de poco más de 27 millones de personas se ha mantenido al menos cuatro décadas, mientras que la población que vive en zonas urbanas ha crecido exponencialmente.

En este sentido, es relevante revisar los retos a los que se enfrenta el desarrollo de infraestructura para contribuir a tecnificar de manera sustentable los diversos sectores productivos.

En el caso del sector agrícola, debemos seguir generando soluciones para un uso más eficiente del agua y sustituir poco a poco los sistemas de riego por inundación y por surcos que desperdician entre 40 y 50 por ciento del agua. Esto se puede lograr con la implementación de sistemas de riego por goteo en cultivos, con los cuales se puede producir más con menos, ya que permiten aplicar cantidades exactas de agua, nutrientes y productos de protección a los cultivos justo en la zona de raíces, donde más lo necesitan. Además permiten habilitar sistemas de recirculación de agua residual en establos y sitios productivos, así como reaprovechamiento del agua de los cultivos, lo que hace que todo el proceso sea más sustentable y eficiente. Datos del sector revelan que, a escala mundial, solo 3 por ciento de las tierras fértiles utilizan ya nuevas tecnologías en los cultivos.

En zonas urbanas, la estrategia debe centrarse en facilitar, mediante soluciones sustentables, la instalación de tuberías, cables, pisos, medios de transporte, electrodomésticos, ropa, empaques y dispositivos médicos, ante el gran reto de un mercado creciente y demandante.

Dicha infraestructura debe ser cada vez más duradera, sustentable, accesible y simple en su instalación, igual que se deben impulsar nuevas tecnologías sostenibles en torno a la recolección y gestión del agua en construcciones y vías de comunicación, desarrollando en paralelo sistemas más eficientes de enfriamiento y calefacción frente al reto del cambio climático y el impacto en la calidad de vida y en la salud de la población rural y urbana.

En este sentido, México y el continente ofrecen grandes oportunidades para la industria en general. Si la iniciativa privada, autoridades y consumidores trabajamos en conjunto podremos acceder a un planeta más sustentable y nos convertiremos en parte de la solución y no del problema, tal como los crecientes niveles de población lo demandan.


  • Antonio Belmonte
  • Director de Desarrollo de Negocios de Orbia Precision Agriculture (Netafim)
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