Causó muy buena impresión que los ministros hayan elegido a la ministra Norma Lucía Piña como nueva presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Ella entra al relevo de Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, quien cumplió su período al frente del Poder Judicial mexicano.
Una de las primeras reacciones registradas fue la de la coordinadora para la Defensa del Estado de México, del PRI mexiquense, Alejandra del Moral Vela, quien publicó un tweet en el que escribió, “Por primera vez en la historia de nuestro país será una mujer la que presida la @SCJN, una noticia que nos llena de enorme gusto y orgullo. Le deseo todo el éxito en este gran reto, a la Ministra Norma Lucia Piña, no hay duda que hoy #EsTiempoDeLasMujeres”.
Es buena la expresión, pero no hay que perder de vista que hay otras jugadoras mujeres, morenistas. Una de ellas ya tapizó con anuncios espectaculares todo el país, y hay versiones de la procedencia del dinero con el que se pagan, y coinciden en que es dinero público; y la otra, andaba averiguando en la central de abastos de Texcoco el costo de las charolas por mayoreo, frotándose ilusamente las manos.
Al ganar en el Poder Judicial federal Norma Lucía Piña, se cumplieron dos propósitos fundamentales para la vida democrática del país: que no quedara en el cargo la Ministra Yasmín Esquivel, quien era la recomendada del presidente López Obrador, y en segundo lugar, que por primera vez una mujer sea la titular de ese Poder.
Por seis votos contra cinco, la Ministra mencionada fue electa como presidenta; el que obtuvo cinco votos fue el Ministro Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, y así quedó descartada en forma definitiva Yasmín Esquivel, quien al parecer obtuvo el título de licenciada en Derecho con una tesis que se plagió, y se especuló que López Obrador la quería a ella de presidenta porque además de mantener una relación de amistad con su familia, por “tener cola que le pisen” sería dócil a sus deseos y así se apoderaría del control del Poder Judicial. Lamentablemente, a los ojos del presidente, ser un fraude era una virtud…
En otros asuntos, hay que relanzar la advertencia del riesgo por el Covid, pues aunque oficialmente la pandemia ya terminó, lo cierto es que hay un repunte en el número de contagios. Al cierre de la tercera semana de diciembre pasado, la cifra oficial de contagios contados desde el inicio de la aparición de este mal era de poco más de 7 millones 790 mil contagiados y contagiadas, y la cifra estimada de muertes de mexicanos y mexicanas, rebasa las 750 mil.
A pesar del evidente manejo criminal de esta crisis de salud, por la cual sale a inventar excusas el aún subsecretario López-Gatell, todavía pretenden darle “atole con el dedo” a los habitantes, arguyendo que no se vacuna a los jóvenes “porque no les hace falta” y que prefieren darle la vacuna a la gente de la tercera edad, cuando como gobierno deben garantizar vacunas para todos.
Por otro lado salen con su supuesta vacuna llamada “Abdalá”, que todo indica es un pretexto para transferirle dinero de los mexicanos a Cuba mediante la compra del supuesto biológico, que no ha pasado ninguna prueba de calidad ni certificaciones de la OMS para poder usarla en humanos con cierto grado de certidumbre de que funcionará.
Así que no hay más que cuidarse uno mismo. Nos leemos y, abríguese, porque las temperaturas bajan de los cero grados durante las madrugadas.
Antonio Juárez