El multicitado programa “Tarjeta Salario Rosa” del gobernador Alfredo Del Mazo, es un éxito. Así, lisa y llanamente, por varias razones: entre las principales están que no es un mero programa asistencial de gobierno del Estado de México, sino que busca una real mejoría de las condiciones de las familias mexiquenses. Toma en cuenta la importancia de la mujer como eje de la familia, al tiempo que la posiciona en condiciones de equidad.
Esa idea que repite Del Mazo en la entrega de nuevas tarjetas, de que “se le entrega a las mujeres porque en sus manos es garantía de que el apoyo beneficiará a toda la familia”, es total y absolutamente cierta. Algo no muy conocido, es que este programa de Desarrollo Social fue sometido a análisis por la ONU, debido a que rompe los esquemas de los programas asistenciales, pues no se trata de dádivas, sino de brindar herramientas que le ayudarán a esas mexiquenses a salir adelante, e incluye educación y capacitación para el trabajo.
Es maravilloso entregar apoyo a la gente, ser un factor de distribución del ingreso, llevar al terreno de los hechos el postulado del Generalísimo José María Morelos y Pavón de “moderar la opulencia y la indigencia”, asesoría para el trabajo, para crear sus propias empresas, y por supuesto, apoyo legal, pero ayudar a unos no implica afectar a otros.
A este respecto, quiero traer al presente el hecho de que hace algunos años -antes de este sexenio- un destacado mexiquense, Ernesto Némer Álvarez, era secretario de Desarrollo Social y a iniciativa suya se firmó el convenio para que el Coneval, el Consejo Nacional de Desarrollo Social, firmara convenio con el Estado de México para evaluar los programas mexiquenses de Desarrollo Social y los pusiera bajo la lupa para constatar que son solamente para quienes los necesitan. Eso fue mucho antes de Alfredo Del Mazo, que diseñó y puso en práctica el programa Tarjeta Salario Rosa, así que… ¿apenas se dieron cuenta los morenistas, de cómo se gobierna?
Hay dos asuntos que quiero destacar ¿aún existe la duda de si el programa ya se terminó, al llegar a las 700 mil beneficiarias? ¿ o va a crecer más? ¡Porque también es un asunto de finanzas!
En otro asunto, soberana barbarie y rompimiento de todo respeto lo ocurrido en la marcha para supuestamente, conmemorar el 85 aniversario de la Expropiación Petrolera, en la cual los morenistas apalearon e incendiaron una piñata con la imagen de la presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, o sea, del Poder Judicial.
Preocupa que el ejercicio de pesos y contrapesos rebase al gobierno, y lo hagan trascender entre los mexicanos. Resulta que el morenista que organizó la ocurrencia del incendio de dicha figura es el delegado del bienestar, del gobierno de López Obrador, en Sonora… este sujeto no sólo es un lambiscón de primera, sino que definitivamente su acto podría considerarse como terrorista.
Un aspecto gravísimo que no se puede dejar de analizar. El efecto de las palabras del presidente de la República, además de dividir a los mexicanos, a juzgar por casos como este parece incitar a la violencia, llevando a todos los millones de mexicanos a niveles de inseguridad y crispación que no merecemos.
Un saludo. Nos leemos y tenga usted una excelente semana.
Antonio Juárez