Hace unos días presenté en la UAG mi libro **Propuestas pedagógicas y modelos educativos comparados. En la parte de modelos comparados escogí 21 países para hacer un estudio comparativo lo más exhaustivo posible, donde se habla de Japón, Noruega, Corea del Sur, Singapur, Alemania, Reino Unido, Canadá, España, Italia, Países Bajos, China, Irlanda, Estados Unidos, Rusia, Bélgica, Arabia Saudita, Francia, Finlandia, Estonia, Chile, Egipto y México. Aquí llama la atención la relación existente entre los cuidados que ponen en la apuesta por la educación algunos países del mundo. Dicha apuesta se suele ver claramente en los resultados educativos y en sus capacidades económicas. Es muy sencillo: a más aportación a la educación y a la investigación, mejores resultados tecnológicos, más puestos de trabajo y eso también trae consigo la apuesta por las TICs, que da unos resultados magníficos.
Durante la guerra de Ucrania con Rusia, los países europeos hablan mucho de aumentar el PIB en defensa en un mínimo del 2%. Pero esos mismos países o muchos de ellos dedican a Educación hasta un 7% como es el caso de Finlandia, Noruega, Suecia o Países Bajos. ¿Por qué existe un grado de tecnología y un nivel comercial tan alto en Corea del Sur, cuando hace 40 años estaba al mismo nivel que México? Corea del Sur cambió radicalmente su manera de pensar cuando fue consciente que a mayor inversión en la educación y en la investigación el país prosperaría, como lo ha hecho, hasta el punto de que el 98% de los estudiantes termina la secundaria y un 60 por ciento los estudios superiores en las diferentes universidades. Los maestros son los mejor pagados después de los ingenieros y es una profesión respetada.
Hay países de 130 millones de habitantes a los que no les interesa la educación. Los colegios públicos de primaria y secundaria están descuidados, hay graves problemas de lecto-comprensión. Imaginemos un país como México, que dedicara un 7 u 8% de su PIB en educación, cuidara la actualización de conocimientos de sus maestros, obligara a los niños a ir a las escuelas y potenciara la investigación en todas las universidades del país. De aquí saldrían Premios Nobel de Medicina, de Química, de Física y de muchas otras áreas. El país levantaría el vuelo gracias a su nivel tecnológico y económico. Pero no, de pronto a los mandatarios se les ocurre eliminar la ayuda de investigación a los profesores investigadores por estar adscritos a las 100 universidades privadas existentes, cuando son ellas las que más hacen por el país, ya que han suplido la carencia de universidades públicas. El Gobierno ha discriminado la investigación y empobrecen día a día el sistema educativo por intereses incomprensibles si no se profundiza. ¿Por qué este país no aspira a tener universidades como la Sorbona, Harvard, Complutense o Chicago? ¿Por qué le gusta tanto la mediocridad y la pobreza? ¿Por qué no se apuesta por la mejora del país a través de la educación? ¿Qué está ocurriendo aquí?
El que tenga las respuestas que las diga. Pero impera el silencio y la dejadez.