En lo que va del 2020, en Coahuila han ocurrido al menos 5 casos de abandono de bebés por parte de sus madres, padres, familiares e instituciones. Sí, ha leído bien, el abandono no solo es materno y se debe a diversos factores, por cuestión de espacio, no los mencionaremos todos. Lamentablemente el deshacerse de recién nacidos ocurre en todo México, es desolador. Lo que no vemos es la necesidad de que cada persona e instancia, admita su corresponsabilidad en el asunto.
Como sociedad dejamos caer los juicios sobre las madres, tal es el caso de la joven saltillense que ya vincularon a proceso por abandonar a su bebé. El Estado (ausente para ella, en este y en muchos casos) de pronto saca su brazo justiciero, castiga y revictimiza a una chica de apenas 20 años, cuya vinculación debe ser tratada a la luz de los derechos humanos y la perspectiva de género. Lo que se nos presenta como justicia, es en realidad un estado machista y patriarcal que, sin prevenir, atender, ni erradicar el problema de embarazos no deseados y violaciones, solo a la madre, quien “no cumple” con los roles asignados a su género.
En una sociedad tan religiosa y conservadora, aquello de “no juzguen para que no sean juzgados” es letra muerta y olvidada cuando se trata de condenar a las mujeres, adolescentes o niñas olvidando que existen más elementos a analizar:
El primer factor ignorado es el padre, porque el Estado no lo obliga a que se haga responsable, ni lo vincula al proceso legal por el abandono de la mujer (o niña, sí, en nuestra sociedad convertimos a las niñas en madres, incluso a las que han sido violadas) y del producto de la concepción. El engendrador no pasa por el descrédito y los juicios. Él embaraza y abandona, queda impune. Grande es la diferencia en las consecuencias que afrontan las mujeres ante el abandono de bebés, comparada con los hombres progenitores.
El segundo factor ignorado son las familias cuyas hijas elijen abandonar a su bebé, estos “núcleos de la sociedad” también tienen responsabilidad. Recordemos y enfaticemos que es en las familias donde se cometen la mayoría de las agresiones sexuales contra menores de edad, siendo los causantes del embarazo los mismos parientes.
Esta serie de abandonos y negligencias no nos duelen. Para la sociedad, la situación permanece invisibilizada, la toleramos como ciudadanía omisa, no obstante, tenemos responsabilidad.
*Directora de Incidencia y Acompañamiento a Víctimas de INCIDE femme A.C.
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