Las otras Paulinas

  • Voces que inciden
  • Ariadne Lamont

Laguna /

El 31 de julio de 1999 en el estado de Baja California, Paulina del Carmen a los 13 años fue violada, a consecuencia de ese ataque quedó embarazada. 

Igual que hoy, en aquel entonces ella estaba protegida por las leyes, tenía derecho a que se le practicara aborto legal. No fue así.

Hubo graves intromisiones y negligencias contrarias a los derechos humanos de Paulina, por parte del funcionariado competente. 

Con la negación de sus derechos, se convirtió en madre a los 13 años el 13 de abril del año 2000.

En el 2006 se publicó un acuerdo amistoso entre el estado mexicano y Paulina, ese acuerdo fue posible gracias a la intervención de la CIDH. Fue la primera vez que un gobierno latinoamericano reconoció que el acceso al aborto legal, es un derecho humano. 

Se consideró que lo más importante del acuerdo fue el reconocimiento de responsabilidad del gobierno estatal, así como su compromiso de promover las reformas legislativas que evitaran tener otras Paulinas.

Como parte del acuerdo reparatorio, Paulina recibió una reparación económica por daño moral, así como una cantidad para montar una microempresa. 

El estado asumió los costos de educación, inscripciones, útiles escolares, libros de texto y transporte de Paulina y su hijo hasta la culminación de sus estudios universitarios. 

Así mismo, atención médica y psicológica para ella y a su hijo en la secretaría de salud.

El acuerdo se consideró una base mínima, en caso de presentarse situaciones similares, tanto en lo que respecta a la reparación económica, como a las medidas administrativas, civiles y penales, por revictimizar a la niña, negándole su derecho al aborto.

El estado mexicano dijo que nunca más tendríamos un caso como este. No se puede negar que las niñas siguen viviendo revictimización a manos del leviatán.

Estamos esperando que el estado de Coahuila cumpla con las otras Paulinas, las niñas madres en cuyos casos se debe reparar, garantizar la no repetición y asegurar el libre desarrollo de la personalidad, de ellas, sus hijos e hijas.

Las queremos niñas, no madres.


@incide femme

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