Por: Patricia Victoria Pérez Luna* y Adriana Berenice Espinoza Martínez**
* Maestra en Tecnología de Polímeros, actualmente cursa el doctorado en Tecnología de Polímeros en el Centro de investigación en Química Aplicada (CIQA), coordinacion.posgrado@ciqa.edu.mx
** Investigadora del Departamento de Procesos de Transformación del Centro de Investigación en Química Aplicada (CIQA), adriana.espinoza@ciqa.edu.mx
En un mundo donde apenas se recicla el 10% de los más de 400 millones de toneladas de plástico producidas al año, la reducción de residuos se ha convertido en uno de los principales objetivos ambientales.
Actualmente, el reciclaje es la única opción viable para transformar los residuos en recursos, sin causar daños al medio ambiente.
Sin embargo, este proceso se enfrenta a una serie de desafíos, especialmente al reciclar envases multicapa para alimentos, considerados desechables.
Entonces, ¿Cómo convertir un envase, originalmente visto como desecho, en un recurso valioso? La clave está en el diseño del envase, y a continuación te lo explicaré.
Empecemos preguntándonos ¿qué hace que un envase sea reciclable? La reciclabilidad de un envase depende de los materiales que se usan, el diseño del envase, la infraestructura disponible y las leyes ambientales.
En términos simples, un envase se puede reciclar si podemos recuperar sus componentes y transformarlos en cosas nuevas.
Por eso es importante que los envases estén hechos de materiales que sean fáciles de identificar y separar.
También, es importante contar con equipos especializados que puedan procesar estos materiales y leyes que fomenten el uso de materiales reciclados en sus procesos.
Los envases multicapa, como los utilizados para leche y carne, están compuestos por varias capas de diferentes materiales formando una estructura tipo sándwich, como se muestra en la Figura 1.
Esto ayuda a mantener los alimentos frescos por más tiempo, ya que sus componentes impiden la entrada de oxígeno y humedad. Sin embargo, reciclar estos envases resulta complicado porque cada material necesita un proceso diferente.
Por eso, es importante separar de manera precisa cada material para reciclarlo correctamente.
Diseñar envases de forma inteligente puede marcar la diferencia entre generar un desecho o un recurso.
Por eso, es importante tener en cuenta algunos aspectos durante el diseño de un envase reciclable.
Primero, optar por un solo tipo de material, es decir, evitar la combinación de plástico, cartón y metal.
En el caso de necesitar más de un plástico para la fabricación de un envase, hay que asegurarse de que estos formen mezclas homogéneas durante el proceso de reciclado.
Un diseño simple facilita el proceso de separación y puede informar al consumidor cómo debe desechar adecuadamente el envase.
Una parte muy importante es la apariencia del envase, ya que esta influye en la percepción del consumidor. Por último, aunque es importante priorizar la reciclabilidad, no se debe descuidar la durabilidad y funcionalidad del envase.
Algunas empresas refresqueras y de alimentos están diseñando envases con un solo material, como el PET. No obstante, estos envases tienen algunas limitaciones para mantener los alimentos frescos por mucho tiempo, particularmente, las carnes y los embutidos.
Por otra parte, empresas productoras de plásticos y aditivos están desarrollando soluciones alternativas, como adhesivos para envases multicapa que se disuelven durante el proceso de lavado estándar, facilitando la separación de materiales.
En el Departamento de Transformación de Plásticos del Centro de Investigación en Química Aplicada, estamos trabajando en el desarrollo de mezclas de plásticos para crear envases de una sola capa.
Este enfoque busca que estos envases tengan propiedades similares a los envases multicapa, sin la necesidad de separar los componentes al reciclarlos.
El arte de diseñar envases reciclables implica conocimiento técnico especializado dentro del proceso de innovación, que nos ha permitido encontrar el equilibrio entre: funcionalidad, reciclabilidad, costos y estética.