Se denomina golpe de Estado blando o encubierto o golpe no tradicional al uso de técnicas no violentas y conspirativas, con el fin de desestabilizar a un gobierno y causar su caída, sin que parezca que haya sido consecuencia de la acción de otro poder. La desestabilización o derrocamiento del gobierno se realiza mediante mecanismos aparentemente legales. En este caso se acusa a los periodistas de provocar este intento.
El gobierno actual de la 4T ha iniciado una lucha frontal hacia los medios de comunicación. Esta disputa tiene contrapunteados al Presidente Andrés Manuel López Obrador y al periodista Carlos Loret de Mola y esto se ha agudizado después de la difusión de los reportajes de la casa en Houston.
El titular del Ejecutivo argumenta que la mayoría de los medios en México han encabezado un intento por derrocar un gobierno electo y esto representa un golpe de Estado. López Obrador ha advertido que este intento golpista es provocado por una fuerza conservadora, que incluye a políticos como el ex presidente Felipe Calderón, Roberto Madrazo, Carlos Salinas de Gortari, entre otros más, y que ha utilizado a los medios de comunicación como alfil para concretar este intento. Este intento golpista tiene tintes de “golpe blando” y ocurre cada día, de manera sutil, ante nuestros ojos, según versiones de la 4T.
Por otro lado, la democracia mexicana tiene la necesidad de fortalecer la libertad de prensa como exponente de la opinión pública. Es cierto que, en muchas ocasiones, el poder político ha tratado de debilitar a los medios de comunicación mediante la intimidación; Donald Trump, Jair Bolsonaro y Andrés Manuel López Obrador son un claro ejemplo de este intento. Este ataque se da en un entorno violento para el periodismo mexicano. Para la Federación Internacional de Periodistas (FIP), México es uno de los países más peligrosos del mundo para quienes se dedican a este oficio. El periodismo en México ha sufrido el asesinato de cinco reporteros en lo que va de año y hasta el 2022 se tienen 147 profesionales de la comunicación muertos. El propósito principal del periodismo es proporcionar a los ciudadanos información veraz y oportuna para que hagan valer sus derechos estando bien informados.
Thomas Jefferson consideraba a la libertad de prensa como garantía última del derecho de los ciudadanos a censurar el comportamiento de su gobierno. Tan vital le parecía ese derecho que, “si tuviera que decidir”, decía el tercer presidente de Estados Unidos, “entre un gobierno sin periódicos o periódicos sin gobierno, no dudaría ni un momento en preferir lo último”. Lo cierto es que esta controversia ha puesto a nuestra democracia a enfrentar tiempos muy difíciles.
Cuidemos los derechos y libertades que tanto nos han costado conquistar.
Arturo Argente Villarreal
Tec de Monterrey, Campus Toluca.