Macbeth es una obra de William Shakespeare, que se cree fue representada por primera vez en 1606. Dramatiza los dañinos efectos, físicos y psicológicos de la ambición política en aquellos que buscan el poder por sí mismo. La renuncia de Alejandro Gertz Manero a la Fiscalía General de la República (FGR), puede analizarse como analogía en un paralelo matizado sobre las dinámicas del poder político y las causas que provocan un final inesperado, igual que la tragedia de Macbeth.
En Macbeth, la ambición desmedida del protagonista, avivada por la profecía de las brujas y la instigación de su esposa, lo lleva a asesinar al rey Duncan para usurpar el trono. La analogía en el caso de Gertz Manero no implica, por supuesto, crímenes literales para obtener el poder, sino el desarrollo de una gestión marcada por un poder considerable y la eventualidad de su fin.
Macbeth recibe la profecía de convertirse en rey, lo que siembra la semilla de su ambición. Gertz Manero, al ser el primer fiscal general autónomo con un mandato largo hasta 2028, asumió un cargo de inmenso poder e influencia política. Su gestión estuvo marcada por investigaciones polémicas y un poder discrecional que, para algunos, reflejaba una ambición de control y el uso personal de la justicia.
Macbeth, una vez rey, se ve acosado por la culpa y la paranoia, lo que lo lleva a cometer más atrocidades. El fiscal Gertz enfrentó un escrutinio creciente y múltiples controversias durante su gestión. Aunque las razones oficiales de su renuncia aluden a una propuesta como embajador en un "país amigo", la dimisión se produce en un contexto de presiones políticas y cuestionamientos sobre el manejo de la FGR, que algunos interpretan como una salida negociada o forzada.
Al igual que Macbeth, la salida de Gertz antes de completar su mandato, puede verse como un giro del destino político, donde las fuerzas del poder superior (en este caso, la Presidencia y el Senado) dictaminan el desenlace. El Senado calificó su motivo de renuncia como una "causa grave", un término legal que dota a la salida de un matiz de urgencia y peso político, más allá de una simple jubilación.
La renuncia de Gertz Manero, vista a través del prisma de Macbeth, se convierte en una narrativa sobre cómo el poder absoluto puede generar su propia dinámica de conflicto y, finalmente, su propia disolución. Al igual que el lord escocés que no pudo escapar de las consecuencias de sus decisiones, el fiscal se encontró en un punto donde su posición se volvió insostenible, optando por una "salida diplomática" que, en la analogía shakespeariana, podría interpretarse como el exilio o el retiro del campo de batalla político, antes de enfrentar una caída más dramática.