Biografías y memorias

Ciudad de México /

“No hagan una película sobre mí”, dice Johnny Cash en un poema, “Don’t make a movie ’bout me”, y sin embargo la hicieron, sobre él valía la pena desobedecer uno de sus mejores poemas. Sobre otros no es así. Tenemos afición por las memorias no solicitadas, los artículos de recuerdos tipo “yo lo conocí”, y el dictamen póstumo de que ese escritor o personaje cultural era una lista de adjetivadas virtudes.

Lo podemos ver cada vez que alguien pasa a retirarse de este mundo, y si fue laureado con el Nobel o algún premio, que muchas veces gestionan las editoriales, que los miembros de la “comunidad intelectual y literaria” publica artículos narrando cómo y cuándo coincidieron con el difunto, y los que presumen amistad publican fotografías en ferias de libro y eventos, es una manera de acceder al mérito de existir por la gente que conocen. En el arribismo literario es el momento de llenar el hueco que alguien deja, “yo soy el siguiente grande”. No lo son, hay demasiadas mediocridades premiadas.

El caso es que póstumamente se convierten en mejores escritores que en vida, es la canonización cultural. Vargas Llosa recibió muchos elogios post mortem que se desvanecieron con el fallecimiento del papa Francisco. En el ranking de popularidad, papa mata Nobel. Me pareció excesivo que recibiera el Nobel, y ya difunto, el tiempo y los lectores dirán si los libros ameritaban una cena de gala con los reyes de Suecia. García Márquez sí cambió el rumbo de la literatura latinoamericana, influyó profundamente y sigue haciéndolo, sus novelas son canon y hay autores que hicieron su carrera imitando alguno de sus rasgos o de sus personajes.

Los libros de Vargas Llosa son correctos, bien escritos, pero nunca apasionantes o que llevaran la narrativa a un sitio que me deslumbrara. Alejo Carpentier es un autor infinitamente más arriesgado con el lenguaje y los personajes. El Nobel de Borges fue una omisión irreparable, es un autor que memorizamos, sembró sus palabras en generaciones, haciendo aún más incomprensible la distinción a Vargas Llosa.

Las mejores cenas de gala de Vargas Llosa fueron con Isabel Preysler, a esa pareja sí le toca una película o serie, con ella se hizo realmente popular. Fueron una pareja mediática con charm, la “reina de corazones”, autoridad de la moda, coleccionista de maridos y el intelectual latino. Me pregunto cuántos libros de él habrá leído Isabel, tal vez muy pocos. Se fue el amor y se fue el escritor. La Preysler fue la única que no se pronunció sobre la partida de su exnovio, hizo bien, ya todo lo habían dicho, debería vender los derechos para su biopic y ahí podríamos saber qué pensó o sintió, aunque no fuera cierto, en las vidas de las celebrities nada es verdad.

Hay escritores a los que les encanta ser biografiados, en eso se parecen a los políticos, y con la moda de las biopic, muchos esperan la posteridad del efímero streaming. En el pago por evento, prefiero la ficción de su vida en rosa que el forzado homenaje de sus colegas.


  • Avelina Lésper
  • Es crítica de arte. Su canal de YouTube es Avelina Lésper
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