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El Brutalista

Jalisco /

El estilo arquitectónico que definió al concreto como un material de capacidades estéticas y que simbolizó la cultura de Europa de Este, se puso de nuevo de moda después de años en que abandonaron cientos de edificios que cayeron en pedazos. La gran diferencia entre el Brutalismo original y en Neo Brutalismo que conocemos es evidente, el actual carece de innovación, proporciones heroicas y se convirtió en una fórmula para resolver el presupuesto y justificar la imitación sistemática.

El Brutalista, película dirigida por Brady Corbet, es un drama estético, muestra el arte para ser en si misma arte. La historia de un arquitecto húngaro judío, Laszlo Thot, interpretado por Adrien Brody, que huye del exterminio y llega a América. Formado en el Bauhaus y ya con una carrera sólida en Europa tiene que volver a comenzar su vida. Vive en refugios temporales, trabaja con un primo, es albañil, hasta que logra su primera comisión de como arquitecto.

Los créditos del inicio son Constructivistas, el montaje de la cámara cuida perfectamente la simetría, hay un gran énfasis de la arquitectura en la escenografía, los trayectos de los personajes captan el equilibrio entre los ángulos de la pantalla. La música de Daniel Blumberg es parte de ese espacio de líneas puras y de acentos que definen el vacío.

El telón de fondo es el drama de la inmigración, del racismo, del dolor por haber perdido todo, pero lo sustancial es la batalla estética de innovar en la arquitectura y el ambiente que se forma para habitarla. El mecenas fascinado por la personalidad del arquitecto y su talento le comisiona el diseño de un centro cultural y comunitario en Pennsylvania, una obra faraónica. Laszlo combina concreto con mármol blanco de Carrara en donde el movimiento del sol marca con sombras y luces una arquitectura efímera y cíclica. Laszlo y su mecenas viajan a Carrara, a esas montañas míticas que dieron el mármol para el David de Miguel Ángel. En una secuencia que parece onírica o un fragmento del Satiricón de Fellini, caminan por las canteras con el eco de sus voces y sus pasos. Es uno de los momentos más bellos de la película-

Secuencias filmadas al estilo de Eisenstein, montajes con la huella de Rodchenko, El Brutalista es un gran homenaje a la belleza que se despojó de la ornamentación para encontrar lo más esencial y austero, es el estilo que hasta hoy influye en el diseño contemporáneo. El arquitecto es un adicto, cada día se inyecta heroína, va a la construcción y grita a veces eufórico y otras furioso, es el abismo de ser un extraño en su presente. En ese momento América edificaba su imagen de potencia mundial, de poder y dinero con la arquitectura materializando esos ideales, el Brutalismo seguía siendo un reto para la imagen preconcebida de la grandeza.

La rivalidad entre austeridad y opulencia, entre la solidez del concreto, su frialdad inhóspita y la poética del vacío, sobrepasaba a la arquitectura misma. Esta película es más grande que los premios, incluyendo el Óscar.


  • Avelina Lésper
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