El mercado bursátil de Estados Unidos ha alcanzado nuevos máximos históricos gracias al desempeño de las acciones de un grupo reducido de empresas tecnológicas, particularmente las identificadas con inteligencia artificial (IA). Con ello ha surgido preocupación por las valoraciones de esas empresas y la sostenibilidad del alza hacia adelante, especialmente en un entorno de mercado más incierto.
Las inquietudes parecen razonables. Las acciones tecnológicas han subido 30 por ciento este año, casi cuatro veces más que el resto del S&P 500, según datos de LSEG Datastream. Si incluimos lo ocurrido desde comienzos de 2023, el dominio de la tecnología es aún más claro: la rentabilidad se dispara ciento por ciento desde entonces, mientras que el resto del índice ha subido 24 por ciento.
Sin embargo, las razones para quedarse parecen ser aún convincentes. Las significativas ganancias en las tecnológicas han sido impulsadas no tan solo por las oportunidades de IA, sino también por la preferencia hacia empresas de mayor calidad, sobre todo dada la alta incertidumbre en el mercado por factores macroeconómicos y geopolíticos.
En un mundo en el que las megafuerzas (grandes cambios estructurales) impulsan las rentabilidades actuales y en el futuro, es posible observar los impactos a corto y largo plazos de la IA. Esto es lo que ha ayudado a impulsar mejoras en las utilidades de empresas tecnológicas. Los analistas esperan que sus resultados aumenten 20 por ciento en los próximos 12 meses, muy por encima de las proyecciones para el resto del mercado. Hasta ahora, las tecnológicas han cumplido con las elevadas expectativas, con sus ganancias creciendo 23 por ciento interanual en el primer trimestre. La solidez de sus balances también es una de las razones por la preferencia de los inversionistas. Lo que generan en flujos de caja libres como proporción de las ventas son casi el doble para la tecnología que para el mercado en general, y el sector tiene los mayores márgenes de utilidad en todos los sectores, según muestran los datos de LSEG Datastream.
La fortaleza de las tecnológicas estadunidenses está eclipsando un mejor desempeño que se está extendiendo a empresas de otros sectores, cuyos precios han subido cerca de 8 por ciento en lo que va de año. Ocho de los 11 sectores del S&P 500 registraron mayores márgenes en el primer trimestre en comparación con el mismo periodo del año pasado. También es posible ver cómo la IA impulsa a otros sectores, por ejemplo, el industrial se beneficia de la demanda que conlleva construir la infraestructura necesaria para la IA.
¿Qué puede frenar el ascenso de las tecnológicas? El sector puede perder el favoritismo del mercado si las esperanzas en la IA se reducen, por ejemplo, si siente que el gasto corporativo en IA no ha dado sus frutos en forma de un impulso a las utilidades. Cambios regulatorios que limiten la adopción también pueden afectar el potencial de la IA para seguir apoyando a la tecnología. En un escenario menos probable, otros sectores pueden superar a la tecnología, si el crecimiento se acelera y la inflación cae lo suficiente como para permitir que las tasas de interés caigan más de lo esperado.
En resumen, parece razonable quedarse invertido en acciones tecnológicas de EU en un horizonte táctico de seis a 12 meses, pues la concentración es una característica, no un defecto, del tema de la IA.