En los últimos meses, el entusiasmo del mercado sobre los beneficios de la Inteligencia Artificial (IA) se ha convertido en preocupación de que las empresas que invierten mucho en ella puedan no ver los resultados tan rápidamente. El gasto de capital de las principales compañías tecnológicas que se benefician del desarrollo de IA ha aumentado en los últimos años, a medida que compiten por liderar el proceso.
La inversión observada hasta ahora ha conducido a un aumento de ingresos, lo que ayudó a generar retornos a la inversión, según muestran los datos más recientes de las empresas. Sin embargo, investigaciones recientes han cuestionado si los ingresos de IA por sí solos, eventualmente, justificarán esta ola de gasto de capital en ella. Al evaluar el gasto en IA de cada empresa, los inversionistas deben considerar si están haciendo el mejor uso de su capital. Pero al momento de evaluar el impacto de IA para la economía en general, el análisis debe considerar la inversión por los ingresos importantes que podría generar en todos los sectores.
La inversión en IA se compara con la de innovaciones tecnológicas pasadas, como la computación en la nube. Sin embargo, es posible que el mercado no vea una mayor inversión en IA como el mejor uso del dinero. Es importante identificar la desconexión entre la perspectiva de corto plazo de algunos inversionistas y las visiones de largo plazo de los proveedores de tecnología ligados a IA, como alguna vez generaron los que ofrecen servicios en la nube. Esa divergencia provoca nerviosismo en el mercado, pero la historia de los ciclos de innovación aconseja tener paciencia.
Algunas empresas que invierten en IA han construido centros de datos para multiplicar exponencialmente la capacidad de procesamiento, pero estos planes tardan años, no meses, en dar frutos. Puede llevar algún tiempo que los ingresos se materialicen por completo con la inversión en IA. Aun así, algunas empresas tecnológicas ya están informando de aumentos de ingresos por el lanzamiento de productos relacionados con IA.
Existe margen para que la inversión en IA en general impulse alguna de las olas de transformación impulsadas por fuerzas estructurales y que dan forma a los retornos. Por ejemplo, los recientes resultados del fabricante de chips Nvidia se duplicaron con respecto al año anterior, demostrando que la inversión en IA es considerable y continua. Además, destaca la ampliación del desarrollo de IA: más de la mitad de sus ingresos provinieron de sectores no tecnológicos.
Para definir hasta dónde mantener la paciencia es aconsejable seguir algunos indicadores. Por ejemplo, identificar señales de estancamiento del crecimiento de los ingresos en las principales empresas de IA. También es importante medir cambios en la adopción de la IA más allá del sector tecnológico, que aún se mantienen en niveles muy bajos actualmente. En tercer lugar, se debe observar cualquier desaceleración del crecimiento de Estados Unidos que pueda impulsar a las empresas tecnológicas a frenar su inversión en IA.
Con todo, el debate de los inversionistas sobre el auge de la inversión en IA es razonable y necesario. Aún hay tiempo para que los resultados se empiecen a notar, justificando mantener la paciencia, pero hay que estar atento a señales de que esa paciencia se comienza a agotar.
*Axel Christensen es director de Estrategia de Inversiones para América Latina de BlackRock