El pasado viernes 6 de marzo, el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell confirmó el sexto caso de COVID-19 en nuestro país, siendo éste el más grave registrado hasta el momento. Se trata de un adulto mayor de 71 años que recientemente realizó un viaje a Italia y aunque todos los casos confirmados hasta el momento siguen siendo casos importados, la posibilidad de que el virus se extienda por nuestro país sigue latente.
A nivel global, el brote de virus ha provocado más de 100,000 casos y ocasionado la muerte de más de 3,400 personas entre 90 naciones.
El primer caso de COVID-19 fue reportado el 28 de febrero y en tan solo en una semana, el número incrementó a 6 casos confirmados en nuestro país. Dato alarmante ya que casos como el de Italia, en donde el número de casos pasó de 76 a 1049 contagiados en tan solo 7 días, muestran lo fácil y rápido que el virus puede propagarse.
Más alarmante aún, es el hecho de que las personas con condiciones de vulnerabilidad ante la enfermedad son pacientes con enfermedades del corazón o de los pulmones, hipertensión y diabetes, lo cual no es un panorama alentador para nuestro país que destaca como uno de los países con mayor número de muertes por enfermedades del corazón y diabetes.
El séptimo caso fue confirmado por las autoridades del sector salud este sábado mientras que el Subsecretario López-Gatell señaló que la epidemia llegará a México pronto y la estrategia que se adoptará será la mitigación, no la contención. Los puertos, aeropuertos y otros accesos al país permanecerán abiertos, solamente su buscará disminuir la velocidad de propagación para que el sector salud pueda atender a los casos que se presenten.
Es indicado preguntarse si esta medida será suficiente para un país en donde se venden medicamentos falsos y las camas escasean en los hospitales. Recordemos lo ocurrido hace 10 años con el virus de la influenza AH1N1. El ex director del INSP Mauricio Hernández, explicó que se manipularon las cifras para ocultar lo que en realidad ocurrió en 2009. No fueron 289 defunciones como lo informó el gobierno federal en ese tiempo, sino que la cifra de fallecidos llegó hasta los 8,000 casos, con más de 9 millones de contagios. Las escuelas cerraron por más de dos semanas desde preescolar hasta la universidad, las compras de pánico desestabilizaron los mercados durante dos días y todos los eventos deportivos y sociales fueron cancelados.
Esperemos que este gobierno no obtenga otros datos, como suele ser la costumbre, y afronte la gravedad de esta nueva pandemia que ya llegó a nuestro país. Rosa María Wong Chew, infectóloga y jefa de la Subdivisión de Investigación Clínica de la Facultad de Medicina de la UNAM, sugiere que se deben extremar medidas sanitarias como lavarse las manos frecuentemente; no tocarse los ojos, nariz o boca; toser en un pañuelo o en el ángulo del codo; evitar el contacto cercano con personas con infección respiratoria aguda y evitar lugares con alta concentración de gente.
Es importante no autorrecetarse y asistir al médico ante una sospecha de infección en vías respiratorias, pues la atención en los primeros días de la enfermedad evita un cuadro grave.
* Militante priista
Esperemos que este gobierno no obtenga otros datos, como suele ser la costumbre