Un poco de información de cómo funcionan las dobles jornadas en nuestra liga. Tomemos al azar un equipo. Le pedí a mi mejor amigo Excel que me arrojara un número aleatorio entre 1 y 18 y salió el 5 y tomaremos al quinto lugar de la tabla general: Tijuana.
Jugaron el lunes por la noche en casa. Se van a sus casas a descansar y seguramente tuvieron sesión de recuperación el martes por la mañana. Miércoles por la mañana vuelven a entrenar sesión muy ligera, mayormente de balón parado, táctica fija y sigue la recuperación. Después del entrenamiento, se bañan, agarran maletas y se dirigen al aeropuerto a volar para Mazatlán el miércoles, un vuelo de poco más de dos horas.
Llegan y tienen sesión de activación en el hotel por la tarde. Juegan el jueves por la noche en Mazatlán y descansan en su hotel. Seguramente el día de hoy viernes estarían volando a la ciudad de México, para poder seguir la recuperación del equipo. Sesión de recuperación ligera en el hotel el viernes por la tarde.
El sábado tal vez buscar una cancha para hacer más recuperación y algo de táctica fija, pero nada intenso. El domingo amanecer, almorzar bien y dirigirse a La Noria a jugar contra las azules. Terminando el partido, tomar un vuelo de 3:40 horas para regresar a Tijuana. Una semana que pesa mucho en lo físico, emocional y mental.
En cambio, si vemos el rol que le tocó a un equipo como Rayadas, que visitaron al América el lunes, el jueves recibieron al Cruz Azul y el lunes siguiente reciben a Pumas, parece mucho más tranquila la semana. En casa descansan. Aun así, el lunes después del partido contra América descansan en el hotel en la capital. Regresan el martes y ya sea descansan o tienen sesión de recuperación. Miércoles sesión ligera y de recuperación para el jueves jugar en su estadio. Viernes amanecer con sesión de recuperación. Misma tónica el sábado con un muy ligero entrenamiento y el domingo sesión de táctica fija y ejercicios menores.
Para los entrenadores a veces no es sencillo este tipo de jornadas, porque son nueve puntos disputados sin realmente poder preparar un partido como mejor les conviene. Tener el tiempo de trabajar en la semana para el equipo siguiente en el calendario. Poder modificar lo necesario, corregir y adaptar el juego al rival.
Sin embargo, sabemos que este torneo pasó a nivel femenil y varonil por el cambio de fechas del mundial en Qatar, a celebrarse en noviembre y diciembre próximo y no como de costumbre, en veranos. Esto orilló a los 32 países que asistirán al mundial a modificar sus calendarios con base en esto. Será interesante ver cómo terminan la temporada las jugadoras, cuerpos técnicos y directivos, que al momento, han hecho un trabajo extraordinario adaptándose y ofreciendo el mejor espectáculo a todas nosotras.
Por Balbina Treviño