En EU se han elevado las críticas ante las recientes medidas de los bancos centrales de algunos países que han hecho efectivas líneas swap del Banco de la Reserva Federal (Fed), un esquema que consideran un salvataje cubierto por los contribuyentes estadunidenses. Las líneas swap son intercambio de monedas entre bancos centrales para evitar iliquidez en el sistema financiero internacional. Y como el dólar es la divisa dominante, la participación de la Fed es constante.
En el caso de México, los montos que ha anunciado este año el Banco de México señalan una gran apuesta por la liquidez pero cero por la reactivación económica, una de las razones por las que la Fed anunció que puso a disposición líneas swap por 60 mdd con nuestro banco central.
Y vaya que son cifras colosales: ya en abril Banxico celebró dos subastas por casi 7 mil mdd para “apoyar las condiciones de liquidez en los mercados de fondeo en dólares” en el país. Esta semana se vienen dos subastas: una de 7 mil mdd para hoy, y otra de 4 mil mdd para el próximo lunes 29. Es decir, en solo un trimestre Banxico estará utilizando casi 18 mil mdd de esa línea swap.
¿Para qué servirá esa inyección de dólares? La Fed explica que su decisión de ampliar estas líneas es para poner divisas frescas en casos de emergencia, la actual pandemia.
En el pasado, los swaps fueron fundamentales para enfrentar las crisis. En 1982, ante la bomba de la deuda que México enfrentaba, Banxico decidió usar swaps para dar liquidez a las operaciones bancarias de instituciones y agencias mexicanas en el exterior más que en apoyar al peso. En 2008 se utilizaron estas líneas para garantizar liquidez en el mercado de dinero, tampoco para apoyar el peso. Y en 2020, la razón fue para que los bancos que necesiten fondearse en dólares tengan acceso a esta divisa.
Ahora, ¿cuál es el problema visto desde el punto de vista de la reactivación económica? Es bastante grave y señala un síntoma peor. Como me cuenta la senadora Vanessa Rubio (PRI), miembro de la comisión de Hacienda de la cámara alta, “Banxico está haciendo todo lo que en su mandato le alcanza para dar liquidez y apoyar la reactivación económica, pero le falta la contraparte de la política fiscal, es decir, el gobierno federal”. Tal vez esta liquidez de Banxico señale que Hacienda anticipa un muy mal reporte trimestral (a entregar en julio). “Estas subastas apuntan a darle liquidez al mercado, pero Banxico ya hizo lo que le tocaba: utilizar los swaps, hacer subastas y relajar algunas reglas para los intermediarios. Lo que no se ha visto es una contrapartida, un complemento o una acción suficiente en la parte fiscal”, agrega Rubio.
Con ello, ojalá que esta liquidez no se nos vaya a escapar por entre los dedos y nos quedemos con un peso más deteriorado, sin apoyos a grupos expuestos y sin fomento a la banca de desarrollo.
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