A fines de 2015 Santiago Urquiza, presidente de Central de Corretajes (Cencor), anunciaba que iba a abrir una segunda bolsa de valores en el país. Y ya llevaba dos años trabajando en la ingeniería que demandaba tener una competencia a la histórica Bolsa Mexicana de Valores (BMV), que está celebrando su 124 aniversario.
Hoy, finalmente, cinco años más tarde de comenzar el plan y a casi un año de haber obtenido el permiso oficial de la Secretaria de Hacienda, comenzará a operar la tan anunciada Bolsa Institucional de Valores (Biva).
“Originalmente íbamos a comenzar en marzo de
este año, pero se dio una prórroga hasta fines de julio”, me explicaba María Ariza, directora general de Biva y la primera mujer en gerenciar un piso de remates en la historia de México.
Los aplazos sirvieron para seguir probando la plataforma tecnológica detrás de esta empresa. “Se trata de un proyecto tecnológico muy robusto que implica mucha vigilancia de los mercados y de la interconexión con todas las casas de bolsa”, afirma Ariza, quien recuerda que la mayor parte de la inversión de 800 mdp fue al rubro de TI.
Antes del puntapié inicial de hoy, hubo decenas de pruebas pactadas con la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), pero las últimas tres fueron más importantes. La primera consistió en arrancar operaciones en sus oficinas de Santa Fe y migrarlas a un centro secundario que tienen montado en el Estado de México sin que se corte el proceso nunca; la otra fue conectada ya a 11 casas de bolsa haciendo envíos, y la prueba de fuego fue el sábado pasado, donde todas las casas de bolsa (30) más otras cuatro que trabajan de manera indirecta operaron como en una jornada estándar enviando ordenes y
ruteos. Todo el sistema soportó la prueba y la CNBV les avisó ese mismo día por la noche que tenían luz verde para arrancar.
¿Con cuántas empresas debuta Biva? “Las emisoras están listadas en la BMV y pueden cotizar en ambas bolsas, y la que se lleve la operación será la que tenga la mejor ejecución de precio, velocidad y volumen. Nosotros queremos sumar nuevas empresas al mercado”, abunda Ariza, “hemos hablado con varias decenas y tenemos una buena recepción”.
El proceso de migración de una emisora es sencillo: la decisión se pasa por el Consejo de Administración de la emisora, se avisa a la BMV y a la CNBV y en 10 días ya puede estar cotizando en Biva. “Nuestra oferta es más fresca, innovadora, con tecnología de punta y pensada para traer empresas de otro tamaño”, agrega en tono de venta Ariza.
Hoy, la BMV suma 114 mil mdd en acciones operadas, mientras el Bovespa de Brasil llega a los 600 mil mdd.
Biva debuta hoy con la intención de sacudir la competencia y duplicar el volumen de operaciones de los mercados de capital locales en un plazo de tres años.
Ojalá esta vez los plazos sí se cumplan.
barbara.anderson@milenio.com
Twitter: @ba_anderson
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Bárbara Anderson
México /
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