La última semana de febrero Telefónica en España presentaba los resultados de 2019 donde buena parte de la caída en sus beneficios netos (4 de cada 10 euros) se debían a la operación mexicana por “revisión de activos por impuestos diferidos”. El presidente de la multinacional recordó que la prioridad eran España, Reino Unido, Brasil y Alemania, mientras que el resto de sus negocios en Hispanoamérica estaban ‘en revisión’, a la espera de alguna buena oferta para venderlas.
Pero pocas semanas más tarde la pandemia y el confinamiento le dieron (paradójicamente) más oxígeno a su operación local.
“El único lugar en el mundo donde Telefónica siguió con sus tiendas abiertas fue en México, ya que fuimos declarados un servicio esencial. Tuvimos el reto de tener a 95% de nuestro equipo operando desde su casa, pero a 400 locales con personal para atender a los clientes”, me dice Camilo Aya, presidente y CEO de Telefónica México. Además, Movistar fue dentro de las operadoras de telefonía móvil la que menos caída de clientes tuvo versus Telcel y AT&T.
Y no fue la única buena noticia que reportó a Madrid: a nueve meses del acuerdo que firmaron el año pasado con AT&T (para usar su infraestructura de última milla inalámbrica de 3G, 4G y en el futuro 5G) les permitió ahorros y generación de Ebitda. “Nos volvió muchos más competitivos que hace un año y nos permitió enfocarnos en el tema comercial con menos necesidad de costos de soporte y personal”.
Al mes pasado, una cuarta parte del tráfico de Movistar corría sobre la red de AT&T. “Pudimos hacer mejoras sin inversión propia, como atender a 25 ciudades nuevas con 4G, que antes solo tenían 3G. A fin de año serán 40 en total, entre ellas Los Cabos, Puerto Vallarta y Oaxaca”. Esta mejora en la calidad y velocidad del servicio es uno de los motores de la retención y captación de nuevos clientes. Esto también les permitió cumplir con el aumento exponencial en el confinamiento en la demanda de sus usuarios de videos en línea de Netflix y Movistar Play.
En dos trimestres de este atípico año, Telefónica México llegó a los ahorros que esperaba al tercer año de esta alianza.
Los buenos resultados financieros que permitió el acuerdo con AT&T (desde y para México) pueden ser un modelo a replicar por Telefónica en otros mercados de la región, adelantó el periódico El Economista de España.
Mientras tuvieron un primer trimestre de este año muy bueno (con un crecimiento positivo por primera vez versus sus nueve trimestres previos), el segundo fue una caída en picada por la epidemia. “Comenzamos a recuperarnos en junio y lo seguiremos haciendo, aprovechando lo positivo que dejó este año como la velocidad de adaptación a los cambios digitales, en el aumento de los servicios en línea y con planes más eficientes de pospago”, agrega Aya.
Tal vez los banderines de colores en el frente del corporativo local se puedan guardar por ahora y aprovechar la racha positiva que trajo esta época tan negativa.
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