La red compartida, uno de los proyectos de la reforma en telecomunicaciones, está adelantando los plazos de cumplimiento de las etapas pautadas. “Como asociación público-privada tenemos que cumplir ciertos hitos de cobertura poblacional; ya cumplimos con 30% y lo excedimos. Ahora estamos desplegando el hito de 50% de cobertura antes de lo programado: lo debíamos cumplir en enero de 2020 y estará listo en octubre de este año”, me explica Isabel Prieto, directora ejecutiva de Altán Redes, el consorcio que ganó la licitación hace dos años y que tiene el usufructo de esta red mayorista hasta 2024.
En los 13 meses que lleva operando han sumado a 33 clientes (prestadores de servicios de teleco), 39 contratos firmados y cobertura en 14 ciudades que le permiten atender a 40 millones de habitantes, además de otros 8 millones en poblaciones de menos de 10 mil habitantes.
La misión de Altán es construir la infraestructura necesaria hasta llegar a 92.2 por ciento de la población con una red 4.5G y lista para migrar a 5G. “Se trata de la red más moderna del mundo, no hay otro país que tenga la infraestructura que tendrá México”, agrega Prieto.
Hace una semana el Presidente anunció que impulsará una “red estatal de telecomunicaciones que lleve cobertura a los mexicanos aún desconectados de internet, telefonía y otros servicios para terminar su sexenio con una penetración de internet de 95 por ciento”.
Sin dudas este anuncio parece no tomar en cuenta esta red compartida que ya está operando y que tiene precisamente como meta una cobertura a 2024 (fin de su sexenio) de casi el mismo porcentaje de población que la que promete López Obrador.
¿Qué es y cómo opera la red compartida? Se trata de una APP donde el Estado aporta el espectro en la banda 700 MHz y el derecho de uso a un par de hilos de fibra óptica de la CFE —24 mil km—. Altán por su lado debe diseñar, construir, operar y mantener la red mayorista móvil con una inversión de 7 mil mdd a 20 años. “Somos una empresa mexicana con capital privado”, agrega la ejecutiva, “y será muy importante coadyuvar al objetivo de política pública de la administración de llegar a 95 por ciento en 2024. Operamos en un régimen de no discriminación, y estaremos a disposición de comercializar nuestra oferta y compartir infraestructura con cualquier operador público o privado para cerrar la brecha digital”.
En su anuncio, AMLO hizo hincapié que en caso de que el plan de la red troncal por el que apuesta quede desierto, no descartaba la creación de un organismo del Estado para garantizar la comunicación, para lo cual usaría (también) algunos hilos de la fibra de CFE. “Hemos tenido contacto con todos los funcionarios y como dar internet a todos es prioritario para el gobierno, creo que nuestro proyecto cae perfectamente”, agrega Isabel Prieto.
¿Por qué entonces el gobierno quiere lanzar un proyecto tan parecido al que ya opera Altán?
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