Petróleos Mexicanos ya se tragó el equivalente a todo el presupuesto disponible de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público para este año.
¿Cómo llegamos al punto en que una sola empresa del Estado pierda lo mismo que todos los recursos del gobierno federal?
Veamos: el Presupuesto de Egresos aprobado para 2020 fue de 6 billones de pesos (6,107,732 mdp). De este monto, 83% es gasto no-programable (es decir, dinero que ya está comprometido) y que va directamente a pago de deuda, de pensiones, para operación de los poderes Judicial y Legislativo, a los poderes autónomos, la coparticipación y los proyectos de inversión de infraestructura productiva en el Gasto Público (Pidiregas).
Lo que queda ‘en la bolsa’ de Hacienda es el gasto corriente o programable, lo que se puede usar fuera de lo comprometido entre enero y diciembre. Este año ese monto suma 1.1 billones de pesos (1,132,200 mdp).
Para poner en contexto, de ese mismo tamaño es el hueco que genera Pemex a las arcas públicas. En 2019, la petrolera perdió 346 mil mdp y al segundo semestre de 2020 pérdidas por 606 mil mdp. La mayor empresa productiva del Estado le ha quitado todo su ‘efectivo’ disponible al gobierno que tanto la defiende, en el peor año de las últimas décadas, con una pandemia que puso en jaque las principales fuentes de ingresos del país y donde se espera una caída en el crecimiento de más de 10% del PIB.
Las pérdidas de Pemex en los últimos 18 meses equivalen a 314 aviones presidenciales como el Boeing 787 José María Morelos y Pavón, ¿rifado? hace unas semanas.
Pemex ha sido el mascarón de proa de la campaña del Presidente y está cumpliendo con su palabra de rescatarla de cuan profundo esté, en nombre de la soberanía energética.
¿Qué significa este concepto? Que México debe proteger a su petrolera para que toda la energía se produzca en el país. Lo cierto es que somos de lo ‘menos soberanos’, en este caso porque Pemex ya es importador neto de gasolinas (compra en el exterior 70% de lo que vende y distribuye en el mercado nacional), importador neto de gas y también de crudo ligero, en un intercambio por la pesada mezcla mexicana que no sirve para ser refinada en las plantas nacionales.
Este miércoles, en su comparecencia ante las Comisiones de Energía e Infraestructura de la Cámara de Diputados, el director general de la petrolera, Octavio Romero, dijo que “Pemex continúa siendo la empresa del Estado que más contribuye con el desarrollo económico de México” y que es una unidad “generadora de ingresos, no de gastos”.
Nadie retrucó su afirmación ni puso en contexto de qué tamaño es el hueco que había, hay y seguirá teniendo este barril sin fondo que ya a finales de julio sumaba una deuda financiera por 107 mil 153 mdd. Este pasivo creció 24% solo en lo que va de este año y equivale (para seguir poniendo a Pemex en contexto) a 50% de la deuda externa mexicana.
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