En la elección para gobernador 2023 en el Estado de México está en juego no solo la gubernatura sino la supervivencia del PRI. Si pierde, estará en clara vía de extinción.
Por ello, los ojos del país ya están atentos a cada paso y movimiento político de los actores políticos de la entidad. Los medios y los analistas están ya mirando y juzgando la cultura política jurásica de nuestra entidad. El ejercicio mediático será incómodo, la entidad será examinada por analistas de todas partes que perturbarán a los expertos toluco-locales que, hasta ahora, se sienten poseedores de la interpretación.
El proceso electoral en el Edomex arrancó el día después de las elecciones el 5 de junio pasado, en las que Morena se llevó 4 de las 6 gubernaturas. El Edomex se delineó como el último gran refugio del PRI que llega mermado y fracturado a nivel nacional con un presidente, Alito Moreno, que es un lastre tanto para el partido como para la Coalición Va por México, que tiembla en la entidad.
El PRI viene acumulando continuas derrotas electorales desde el 2016 al 2022. Es un partido en declive. Por ello, el Edomex es principal y último gran bastión priista. El PRI es heredero de una cultura política sustentada en la corrupción y férreo control de actores y de la agenda pública.
Este partido enfrenta dos grandes alternativas: negocia una sucesión tersa con Morena o cierra filas para ganar a toda costa la plaza y defender con todos los recursos lícitos e ilícitos la elección.
Retener el Edomex como la más alta prioridad, será la consigna de la madura generación de Enrique Peña Nieto, los llamados “Goldens Boys”. Ya han dado pasos, con la ayuda del INE, para colonizar plenamente el instituto electoral local, el IEEM, así como mantener control en el Tribunal Electoral del Estado de México (TEEM). Ambos son la puerta de entrada para la retener la gubernatura.
Morena va a la cabeza en las encuestas. Si no hay alianza electoral entre PRI y PAN, se antoja muy desigual la competencia. Probablemente México será testigo de elecciones de Estado. Asistiremos a una transformación o transfiguración del aparato de gobierno en aparato electoral. Una conversión a una poderosa maquinaria electoral perfectamente organizada.
De ganar las elecciones en 2023, el llamado Grupo Atlacomulco alcanzará los 100 años en el poder de manera ininterrumpida. Será la batalla apocalíptica del PRI.
Bernardo Barranco