En medio de una pandemia, con más de 11 entidades en semáforo rojo, el proceso electoral del 2021 no se parece a ningún otro en la historia de México. Rara vez este ejercicio de democracia local se ha visto tan sacudido por un entorno enrarecido no solo por la pandemia sino por el encono y la polarización política que vive el país. Una severa crisis económica, la inseguridad desbordada y la presencia de la sombra de una calamidad sanitaria.
Nunca habíamos visto a un INE confrontado tan radicalmente a la presidencia de la república. Un encono político y emocional entre la presidencia y algunos de los consejeros del INE. Antagonismo que estremece la función principal para garantizar elecciones imparciales y equitativas.
En medio de la densidad política, el Estado de México es una entidad clave en las elecciones del 2021. Con sus 41 distritos es la que aporta el mayor número de diputados en la conformación de la futura cámara de Diputados. El Edomex es crucial tanto para mantener la hegemonía en la cámara federal por parte de Morena como en la construcción de contrapesos opositores a la 4T.
Una pregunta obligada es si la pandemia puede afectar el ánimo de participación electoral. Las elecciones de 2020 rebasaron la abstención en 50%. En efecto, en Coahuila, la participación ciudadana fue apenas de 39 %, mientras que en Hidalgo fue de 48.96%, jornadas electorales realizadas en medio de la contingencia por el Covid-19.
En el Edomex, en las elecciones intermedias generalmente la participación baja sustancialmente, mientras las elecciones que son concurrentes con las de la presidencia de la República, su nivel se incrementa casi a 70 %, como ocurrió en 2018.
A nivel internacional los resultados no son concluyentes. En Estados Unidos hubo una participación histórica, pero en elecciones como Venezuela y Francia predominó la abstención. En el país galo el nivel de participación de las elecciones municipales 2020 tuvo una tasa de participación de 38,77%, un fuerte descenso respecto a 2014.
A Inicios de marzo del año pasado, una encuesta de Ibope reveló que 30% de los votantes dudaba ir a las urnas por temor al riesgo de contagio del coronavirus. En México estamos muy lejanos, aun, del voto electrónico y del voto por correspondencia como instrumentos alternativos. Como si no tuviéramos suficientes problemas, la incertidumbre envuelve nuestras elecciones del 2020, el espectro de la abstención asecha justo cuando está el futuro del país en juego.