Muxes, muxes, muxes

Ciudad de México /

Se ha idealizado el mundo de las muxes como respetados en su comunidad, falsedad que se cae a pedazos con solo ver la obra teatral de Marco Petriz, Otro día de fiesta, ahora en el Cervantino guanajuatense, o el filme de Rigoberto Pérezcano, Carmín tropical, o perderse en la serie de Ernesto Contreras en Netflix, El secreto del río. Piezas de una delicadeza real que atrae el caso de esas mujeres quimera azotadas por el vendaval de prejuicios que gobierna el patriarcado.

De la obra teatral de Petriz escribí en estas páginas, en 2014. Carmín tropical es un filme de Pérezcano que aborda esa estúpida cultura por la tolerancia en vez del sentido y libertad por la cultura de la diferencia. 

Ernesto Contreras se suma a la historia de los muxes pero de raíz, desde la infancia. Desde el inicio de la serie se plantea con imágenes impactantes la cultura de la ignorancia que corroe y mata. Lo que sigue es una vertiginosa existencia de transformación dolorosa y punzante del universo muxe.

Es un cine concesivo, sí. Es una serie para el entretenimiento de los hartos con la cultura de la profundidad en temas donde el mundo nos dice que los hombres somos depredadores de la existencia. Contreras prefiere jugar con una historia donde en el color, la música, el bordado y el tejido fino de las prendas juchitecas, en las fiestas de usos y costumbres milenarios, hay oculto un niño que en realidad tiene a una niña en su inconsciente, que la despierta para vivir sus sueños. Y aquí es donde la imaginación del cine juega el fantástico mundo de la transformación de Manuel en Sicarú. 

Netflix apostó por una serie que se exhibe en el mundo entero sin pasar por carteleras cinematográficas. Un filme prohibido por la intolerancia hoy es de uso público incluso para retrógrados. Ernesto Contreras ha apostado con sus temas por un cine diferente: Sueño en otro idioma, sublime en la propuesta del odio y amor en dos indígenas con una lengua inventada. O Cosas imposibles, como la amistad entre un joven perdido y una mujer vieja al final de su existencia. Contreras hace cine para contarnos que la vida que nos dijeron que era es una mentira que habría que desaparecer para hacer conciencia. 

Verla es liberar al niño perdido. 

  • Braulio Peralta
  • juanamoza@gmail.com
  • Periodista, ensayista y editor. Autor de Otros nombres del arcoíris, El poeta en su tierra, diálogos con Octavio Paz y De un mundo raro, un libro de crónicas de sus personales viajes como corresponsal en España. Publica todos los lunes su columna La letra desobediente.
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