El domingo pasado se realizó la segunda vuelta electoral chilena entre el derechista Kast y Jara, de izquierda. El resultado favoreció a Kast y será el próximo presidente de Chile, sin embargo, previo a la elección, varios jóvenes consultaron a Chat GPT para pedirle algunos consejos sobre por quién deberían votar. En el mejor de los casos les dio una respuesta imparcial, en el peor de los casos (el más realista), en sus respuestas escondía un sesgo
Como esta, miles de preguntas le llegan a nuestro mejor amigo, Chat GPT, entre las que trágicamente han destacado historias de consulta sobre suicidio o terapias psicológicas sin supervisión y sin experiencia. Ahora lo vemos como consultor electoral. ¿Cómo afectan estas tecnologías en el voto libre y secreto?, ¿es en realidad libre un voto coaccionado por Chat GPT?, ¿esto afecta a la democracia? Esta y otras preguntas sobre el impacto de la IA en la democracia son las que intenta responder el más reciente número de la revista Folios del IEPC Jalisco que debate sobre “Poder digital y ciudadanía en la era de la inteligencia artificial”, con doce artículos especializados en la materia. Acá comparto algunas ideas que hacen, de este, un número imperdible.
Antonio Carrera analiza cómo se ha desplazado el poder político a corporaciones tecnológicas: “El nuevo mapa del poder se codifica en los algoritmos”. Por otra parte, Ana Gálvez señala cómo la IA y algoritmos pueden perpetuar condiciones desiguales: “La IA no llega a un mundo neutro: llega a uno profundamente desigual, y amenaza con reproducir –y agravar– las jerarquías de género”. Yann Bona apuesta por una IA pública y democrática: “La IA debe ser comprendida no sólo como una herramienta técnica, sino como un espacio de disputa política”. Y un par de reflexiones más sobre cómo impacta la tecnología a las juventudes escrito por Pérez y Gutiérrez: “La Generación Z se politiza en un ecosistema donde los likes sustituyen la deliberación”. Así como el impacto a la agenda feminista señalados por Castañeda y Gómez: “Los algoritmos electorales reproducen las asimetrías de poder, amplificando el silencio sobre las agendas feministas”.
El poder digital y el ejercicio de la ciudadanía debe ser una agenda prioritaria para las instituciones y legislaciones en México, ya la Unión Europea ha apostado por regular y buscar alinear al algoritmo hacia la democracia, vamos tarde.