“Ya estamos por concluir nuestro mandato… estaba yo haciendo la cuenta y nos faltan diez conferencias matutinas”, el saludo presidencial. Rosa Icela Rodríguez, actual titular del ramo y entrante Secretaria de Gobernación, pasa y presenta el video-informe final del gabinete de seguridad. Cifras. Y halago: “Señor Presidente, gracias, que nos ha enseñado la cultura de la paz por encima de la cultura de la guerra”.
En la sesión de preguntas. La primera de Poncho Gutiérrez, creador de contenido que se hace llamar ‘Ponchairo’. ¿Mensaje a lo que le no le reconocen un acierto y a los que no le atribuyen ningún error? “A los que no reconocen ningún acierto, decirles que es su derecho, somos libres… y por el lado de quienes me quieren mucho y no me ven ningún defecto, que es pues algo también normal”. Para no ser tan acartonados, evoco a Mauricio Garcés: ‘debe ser terrible tenerme… y después perderme’. El Presidente se da cuenta a tiempo y matiza rápido… “aun cuando, en honor a la verdad, sí son un poco más críticos; no me conceden todo… saben perfectamente que somos seres humanos, no somos dioses… todos cometemos errores, lo importante es rectificar, no caer en la autocomplacencia”.
Y aprovecha cualquier rendija y cuela su reacción a lo dicho por el expresidente Ernesto Zedillo sobre reforma al Poder Judicial como “una atrocidad que enterrará la democracia mexicana y lo que quede de su frágil Estado de derecho… quieren transformar nuestra democracia en otra tiranía”. AMLO: “Traen a Zedillo a decir de que ya es una dictadura México, y es de risa”.
Pregunta incómoda. Del reportero Pedro Villa. Sobre el comandante de la Tercera Zona Militar, General Leana Ojeda, quien dice que la paz en Sinaloa no depende de los militares “depende los grupos antagónicos” (los ‘Mayos’ y los ‘Chapitos’). Pregunta esquivada: “que la gente de Sinaloa tenga confianza que estamos ahí… para protegerlos… y sí me gustaría que el General les informara más sobre el tema”. Pase de balón a Luis Cresencio Sandoval; hace recuento de hechos en Culiacán desde el 9 de de septiembre, armas aseguradas, heridos, refuerzos, 30 civiles muertos, 13 agresiones… el tiempo de la confrontación no lo sabemos. Nosotros vamos a seguir el tiempo que se requiera”.
Otra pregunta incómoda del mismo reportero. El aeropuerto capitalino, manejado por Marina, impide que usuarios puedan optar por taxis de aplicación. Sólo los carísimos sindicalizados del aeropuerto. Pase de balón al Secretario de Marina, Rafael Ojeda. “Estamos buscando un término medio, para ver qué solución”. La pelota queda en su cancha. En la tarde y noche todos los medios retoman el momento.
Sobre la elección de los nuevos ministros de la Corte ¿usted votaría? “Yo ya me jubilo, ni me voy a enterar”. Una hora después, en el mismo salón Tesorería hace entrega de estímulos a las delegaciones participantes en París 2024, con recursos de lo confiscado a delincuencia organizada a través del Instituto Para Devolver al Pueblo lo Robado (pongámosle el IMPADEPURO).
Le agradece cinco veces “mucho” a Ana Gabriela Guevara, Directora de la Comisión Nacional del Deporte. Ella en su discurso, dice “ha sido un orgullo trabajar contigo, Presidente”; tuteo, pa’ que se sepa. Luego él le da un beso en la mejilla, un abrazo y otro besotote. Pa’ que se sepa. El Presidente se despide de los atletas, con entrenadores y familiares atestiguando. “De ustedes sí voy a saber… voy a ver deporte, voy a estar pendiente de todo lo que ustedes van a seguir haciendo… porque ya no voy a saber de política, ahora que me retire”… se dice a sí mismo. Otra vez. Y hasta que se convenza.