El momento estelar mexicano del Oscar en aquellos tiempos en blanco y negro -del que se sigue hablando hasta nuestros días- fue el que logró Emilio ‘El Indio’ Fernández, cuando se inventó aquello de que él había sido el modelo que posó desnudo para la creación de la codiciada estatuilla de 4 kilos chapeados en oro de 24 kilates, con un hombre sosteniendo de pie la espada de la protección sobre un rollo fílmico.
¡Qué personaje ‘El Indio’! Después del grandioso legado fílmico que nos dejó este cineasta esencial, tenía derecho a inventar lo que quisiera… como así se inventó que siendo un niño de 12 años había participado con Pancho Villa en la toma de Torreón… que había enseñando a bailar tango a Rodolfo Valentino en Chicago y luego viajado en el mismo tren acompañando su cadáver de NY hasta Los Ángeles… donde extreando en los estudios hollywoodenses, había disfrutado de un extracaluroso romance con Greta Garbo, faltaba menos, protagonista de la cinta El torrente (1926), en la que como única verdad comprobable… ciertamente participó Fernández -de 23 años de edad-, como extra, decíamos.
La Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas se conformó en 1927 y en el 28 encomendaron a Cedric Gibbons -director de arte de la Metro Goldwyn Mayer- el diseño de una estatuilla, que se entregó en la primera premiación… que fue hasta mayo de 1929, ante 270 invitados en el restaurante de un hotel.
La historia del ‘Indio’ Fernández como modelo del Oscar, se asociaba a que su amiga Dolores del Río estaba casada con Gibbons y de ahí ‘el conecte’. Todo bien, salvo porque Dolores del Río conoció a Gibbons hasta 1930, con el que se casó unos meses después. Y colorín colorado, el bello cuento del ‘Indio’ se ha acabado.
La brillante… la imponente presencia que hoy en día tienen personajes mexicanos… y hechos en México, está a la luz de lo que han logrado en tiempos recientes los directores que se han ganado el Oscar: Alfonso Cuarón, Guillermo del Toro, Alejandro González Iñárritu… o Guillermo Navarro y Eugenio Caballero (mejor fotografía y mejor diseño de producción 2006 por El Laberinto del Fauno) y claro, el tres vez oscareado fotógrafo Emmanuel Lubezki… por Gravity (2013), Birdman (2014) y ‘El renacido’ (2015).
Lo más lejano que podemos llegar en esta etapa es a 1973, cuando Gonzalo Gavira se gano el trofeo por los efectos sonoros de El exorcista… y a 1971 con el empresario tampiqueño Manuel Arango (fundador de Aurrerá, Suburbia, Vips, El Portón, etc) que de la mano con el director y guionista Robert Amram, se llevaron ¡dos estatuillas! por el corto-documental Centinelas del silencio, sobre las antiguas civilizaciones mexicanas, que narraron Orson Welles en inglés y Ricardo Montalbán en español.
Tenemos más o menos presentes honrosas nominaciones de tiempos más cercanos… Demián Bichir como mejor actor (2011-Una vida mejor); a mejor actriz: Salma (Frida), Yalitza (Roma), Adriana Barraza (Babel), Marina de Tavira (Roma)… el corto De tripas corazón de Antonio Urrutia en el 96… los guiones de Carlos y Alfonso Cuarón (Y tu mamá también) o de Guillermo Arriaga (Babel)… y por edición de sonido Martín Hernández y Sergio Díaz (Roma).
A todos estos nombres hay que agregar historias que les antecedieron… de un cine mexicano en aquellas premiaciones con una discreta presencia, por muchos olvidada, pero de personajes inolvidables.
Como el chihuahuense Antonio Rodolfo Quinn Oaxaca… el citado Anthony Quinn. (“… si las cosas que valen la pena se hicieran fácilmente, cualquiera las haría” ¿se acuerdan de anuncio de ‘Viejo Vergel?). Mexicano de fama mundial que en 1952 se llevó el Oscar como mejor actor de reparto en Viva Zapata -con Marlon Brando en el papel principal-. En 1956 también resultó ganador en la misma categoría por El loco del pelo rojo con Kirk Douglas en el papel de Van Gogh. En lo siguientes años fue nominado a mejor actor por Viento salvaje (1957) y por Zorba el griego (1964).
O como la gran Katy Jurado… la primera mexicana en ser nominada a un Oscar en 1954, como mejor actriz de reparto por El lazo roto -protagonizada por Spencer Tracy-. La célebre tapatía fue llamada a Hollywood para una veintena de cintas a partir de 1950, alternando con figuras de la talla de Charlton Heston, Gary Cooper, Grace Kelly, Kirk Douglas, Burt Lancaster, Anthony Quinn, John Wayne, Marlon Brando o como madrastra de Elvis Presley en ‘Stay Away, Joe’. Grandísima actriz que en México figuró desde la década de los 40… con Pedro Infante en ‘Nosotros los pobres’, con Pedro Armendáriz -dirigidos por Buñuel en ‘El bruto’- o cantando a dueto con María Félix en ‘La Bandida’.
En 1957 la cinta Torero fue nominada, aunque en la categoría de documental largo. La mejor cinta taurina lograda hasta el momento, protagonizada por el matador Luis Procuna, dirigida por Carlos Velo y producida por el yucateco Manuel Barbachano.
En 1960 fue nominada por primera vez una película mexicana… Macario, dirigida por Roberto Gavaldón y en la que se consagraría hasta nuestros días como su protagonista, Ignacio López Tarso. Le ganó una cinta de Ingmar Bergman (El manantial). En 61 es nominada Ánimas Trujano dirigida por Ismael Rodríguez. Nuevamente gana Bergman (A través de un vidrio oscuro). Y en 62 consigue la nominación Tlayucan, con Julio Aldama y dirigida por Luis Alcoriza. En 72 y 77 el prestigiado hombre de cine, español nacionalizado mexicano y que escogiera este país para filmar, para vivir y para morir, Luis Buñuel, fue nominado… pero por dos guiones: El discreto encanto de la burguesía y Ese oscuro objeto del deseo. Esta racha se acaba en 1975, con la nominación a mejor película internacional de Actas de Marusia. Ahí se nos acabó el gas… luego el brinco en esta categoría se da hasta el año 2000 con Amores perros, que devuelve la mirada de la Academia al cine mexicano.
El nombre del cinefotógrafo más importante de la historia de México, Gabriel Figueroa, se ha quedado en este texto para escribirse aparte. Había fotografiado Macario y Ánimas Trujano… pero por la que recibió su única nominación (… única nominación, por absurdo que parezca) fue por La noche de la iguana en 1964, con Richard Burton y Ava Gardner. El trofeo fue para el fotógrafo de Zorba el Griego.
Este muy bello premio vale desde luego por el dinero que supone en todos sentidos a todos los que algo tengan que ver con él… y por la gloria pasajera o permanente y por las puertas que abre al que las sepa mantener abiertas
Y vale por aquellas miles de historias que navegan a su alrededor, en donde puede resultar tan increíble saber que el señor Walt Disney rompió dos récords que jamás serán superados y se llevó merecidamente 22 estatuillas (con 59 nominaciones) e inmerecidamente Charles Chaplin fue ignorado… cerca de su muerte, la Academia le dio -para lavarse la glamourosa carita- un Oscar Honorífico (vulgo, de consolación); como le dio otro ‘honorífico’ en 1929 cuando la primera ceremonia; y como le dio en 1973 el único en competencia, pero como compositor, por la mejor música en Candilejas. Nunca jamás se le premió una película al mayor genio de la historia del cine.
De manera que en este mundo del revés (dijera la argentina María Elena Walsh)… si Chaplin no se llevó un Oscar -de a deveras- y Gabriel Figueroa tampoco, el de la estatuilla… entonces… sí ha de ser ‘el Indio’, pues.
La noche en que la academia vio a un Chaplin muy conmovido, un Oscar honorífico. 1972. -el sencillo discurso de Chaplin corre a partir del min 2.50-