Entre crisis sanitaria y crisis económica

  • La tercera de Isaac
  • Carlos Gerardo Landeros Araujo

Laguna /

Los días pasan y pareciera que esta situación ocasionada por la pandemia durará más de lo previsto. 

Si observamos otros países que comenzaron a vivir los picos de la enfermedad mucho antes que nuestro país, podemos observar que pasan y pasan las semanas y aún no logran determinar la forma en la que se reincorporarán a sus labores o vida cotidiana. 

La situación no es para nada sencilla. Esta pandemia, deja en primera instancia un impacto muy fuerte y doloroso en la salud pública de cualquier país, las cifras oficiales que reportan mediante la OMS, nos indica que hasta el domingo pasado habían fallecido 206,055 personas. 

Pero un estudio publicado por el Financial Times, argumenta que la cifra de fallecidos pudiera ser aproximadamente un 60% más, de lo reportado. 

Este estudio se hizo en base a las comparativas del número de muertes en años anteriores y las muertes ocurridas en diversos países europeos en este año, en las fechas en las que han presentado sus picos más altos de defunciones por el virus Covid-19. 

El estudio propone, qué entre las crisis sanitarias, la falta de pruebas para determinar las causas de muerte y la premura por la atención a los contagiados, pudieran haber sido omitidas de cifras oficiales aproximadamente 122,000 muertes que sustancialmente pudieran ser atribuidas al virus, pero no existe la evidencia conclusiva. 

Y esto solamente en Europa. En México también hemos experimentad cuestionamientos con respecto a las cifras oficiales, recordemos el extraño repunte de la neumonía atípica, ahora más típica que nunca y que además somos el país que menos hace pruebas de contagio a nivel mundial, eso nos coloca en un panorama no muy alentador.

Después de la crisis sanitaria, los países están enfrentando una fuerte recesión económica, recesión que no será fácil superar. 

Los empleos se pierden por millones a nivel mundial y México no es ajeno a esa situación, además sufrimos de una fuerte caída en el precio del petróleo lo que orilla a que nuestras reservas monetarias se vean muy afectadas. 

El reintegrarse a las actividades productivas conllevaría a un nuevo repunte en los casos de contagio, por lo que la disyuntiva entre salud y economía no aporta una respuesta sencilla y más en nuestro país, donde el ejecutivo sigue empecinado en apostarle grandes sumas de dinero a proyectos que para nada son prioritarios en este momento, en lugar de generar políticas de apoyo a la pequeña y mediana empresa, donde se genera más del 60% de la economía nacional.

En fin, los días siguen pasando y a pesar de los cansados discursos de buena voluntad y las conferencias repetitivas que no ayudan en nada, México avanza inseguro hacia lo que será el punto crítico de contagios y defunciones. 

No esperemos que la ayuda venga del gobierno, si algo conocemos, es la serie de traspiés cometidos por un gobierno federal que tiene una venda en los ojos ante la situación, mejor hagamos lo que nos toca, cuidemos a nuestro prójimo y cuidémonos nosotros mismos para salir pronto de este calvario.

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