Desde la semana pasada se encuentra en marcha en Glasgow Escocia la COP26, pero a que se refiere este evento o ¿por qué es importante conocerla? La COP26 es una serie de encuentros, organizados por la ONU, para sumar esfuerzos y voluntades y hacerle frente a la amenaza del cambio climático.
Con una asistencia de más de 130 jefes de estado, presidentes de gobierno y miles de diplomáticos, la COP 26 busca refrendar el compromiso mundial para reducir las emisiones de carbón, petróleo y gas que tanto daño le hacen a nuestro planeta.
Si bien es cierto que este tema involucra prácticamente a todos los países del mundo, existen naciones que no han expresado abiertamente su compromiso e incluso sus jefes de estado no asistieron a las cumbres de mandatarios.
Naciones como Brasil, China, India, Rusia y tristemente México, se han negado a modificar sus procesos de producción de estos contaminantes y rechazan la masificación del uso de tecnologías limpias.
En contraparte, en esta ocasión los Estados Unidos han dejado atrás su política de ausentismo, propuesta en la era Trumpista y han regresado a la mesa de negociaciones buscando una solución a la afectación climática.
La evidencia presentada en las múltiples conferencias y ponencias desarrolladas, nos muestran los terribles efectos que el cambio climático ocasiona y nos deja con un sentido de urgencia sobre las acciones a realizar.
Es una lástima que nuestro país se haya alejado de los compromisos adquiridos en el pasado 2015, en donde se proponían reformas importantes a nuestras políticas energéticas que propiciarán una reducción de emisiones de gas invernadero.
Por el contrario, con el cambio de postura ideológica y política que representa el gobierno de López Obrador, el discurso de los diplomáticos mexicanos refrendando el compromiso e incluso solicitando apoyo económico por parte de los países desarrollados en favor de estas políticas, se contrapone totalmente a la propuesta de nuestro mandatario para reformar la ley en el sector eléctrico e impulsar el desarrollo de proyectos como Dos Bocas, que lo único que hacen es consolidar el uso de energías fósiles.
La postura mexicana, pone en riesgo la oportunidad de velar por un ambiente sano y la posibilidad de salvaguardarlo, de igual forma no promueve una economía sostenible, competitiva e incluyente y compromete el desarrollo de generaciones futuras.
Debemos hacer caso al llamado de auxilio de nuestro planeta, subirnos al barco de la sostenibilidad y el desarrollo y no someternos a la terquedad de unos cuantos por vivir en las glorias pasadas de los combustibles fósiles que tanto daño le han hecho al planeta.
gerardo_landeros_araujo@yahoo.com.mx