Al Presidente de México se le ocurrió contagiarse de Covid19, cuando más lo necesitaban sus vasallos de la 4T.
Queda claro que el gabinete federal, se vuelve una fiesta sin festejado, cuando López Obrador se encuentra ausente.
No existe una figura que tome un liderazgo real para hacer frente a la nación.
Doña Olga, hace su lucha, pero no logra entender la temática de las mañaneras y es que ha quedado claro que este circo matutino es el medio por el cual se gobierna este país.
Para colmo de males, no existe una certidumbre sobre la salud de nuestro mandatario y queda claro que este país se encuentra pasando por momentos terribles.
Y es que la pandemia ha desviado nuestra atención de otros asuntos como el que en economía, tuvimos la peor contracción económica desde el año 1932, perdimos un 8.5% del PIB.
También hemos dejado un poco de lado la seguridad en donde vemos que los homicidios continúan, como la masacre ocurrida en días pasados en Tamaulipas.
Y a esto súmele el asunto sanitario, acabamos de terminar el mes más mortal en nuestra lucha contra el Covid19.
En enero fallecieron, reconocidas por el gobierno, más de 34 mil personas y no se ve por donde mejoremos.
El asunto de las vacunas es un desastre total, no llegan las que dizque se compraron, entonces nos anuncian que se compraran las que dizque no sirven y con las que tenemos mientras tanto vacunamos a operadores políticos en lugar de médicos.
Es inhumano la forma en que llevamos esta estrategia de hacer frente a la pandemia, no por nada somos a nivel mundial un referente negativo al momento de hablar del manejo de esta situación.
Estamos viviendo tiempos de terror en lo sanitario y de horror en lo burocrático.
Y el Presidente no puede salir en defensa del desmadre de gobierno que tiene.
Porque para eso son las mañaneras, para justificar todo el desorden que esta transformación de cuarta genera.
México se encamina por senderos riesgosos, el pueblo bueno y sabio sufre la perdida diaria de seres queridos, ve como su economía se deteriora aún más y no entiende cómo a dos años de que la “esperanza de México” llegó al poder, solo se ve incertidumbre en su futuro.
No podemos vivir de politiquería, necesitamos un gobierno que actúe, que haga a un lado ocurrencias y que deje de excusar su incompetencia culpando al pasado, porque de otra forma no podremos salir adelante.