Para respirar aire limpio en las zonas urbanas, se requiere al menos un árbol por cada tres habitantes y 16 metros cuadrados de áreas verdes por persona, solo que, en promedio, las ciudades apenas alcanzan los cinco metros cuadrados (OMS-El País, 30/05/18 y CONANP).
Los seres humanos cortamos más de 15 mil millones de árboles en el mundo cada año. En México se pierden alrededor de 500 mil hectáreas de bosques y selvas anualmente, lo que nos coloca como el quinto país con mayores niveles de deforestación (Nature, 02/09/15 y CESOP, julio, 2017).
A continuación veremos por qué los árboles juegan un rol fundamental en nuestras vidas, más aún, en las zonas urbanas, que es en donde se espera que vivirán siete de cada 10 personas en el planeta para el año 2050 (ONU Noticias, 21/03/18).
Primero, hagamos cuentas
En México existen 459 árboles por persona, lo que podría parecer una cifra alta, pero no lo es porque, por ejemplo, Brasil tiene casi mil 500 árboles por habitante. Sin embargo, ese número es relativo porque en las ciudades la cantidad de árboles es menor (Nature, The Washington Post, 15/09/15).
¿Cuántos necesitamos? Se requieren 22 árboles para cubrir la demanda de oxígeno de una persona al día. El equivalente a tres campos de fútbol con árboles producen el oxígeno suficiente para 18 personas en un día (Fundación Aquae).
Segundo, beneficios para la salud
Nueve de cada 10 habitantes en el planeta respiran aire contaminado, lo que provoca la muerte de más de siete millones de personas al año. En México, a diario mueren 85 personas por la mala calidad del aire, ya que en el año 2016 más de 31 mil muertes fueron atribuibles a esta causa (OMS-ONU, 01/05/18 y CONEVAL). Los árboles ayudan a mejorar la calidad del aire y a reducir los contaminantes. En un año, un árbol de dos décadas puede absorber el dióxido de carbono (CO2) que produce un coche al recorrer entre 10 mil y 20 mil kilómetros (Vázquez, US, 2015).
Tercero, un mejor entorno urbano
Los árboles ayudan a enfriar el aire entre 2°C y 8°C, lo que sirve para regular la temperatura en las ciudades y a mejorar su adaptación ante el cambio climático. Además, reducen el riesgo de inundaciones porque regulan el flujo del agua, ya que un árbol maduro puede interceptar más de 15 mil litros al año (ONU-Hábitat, 05/19).
Cuando hay más árboles en las ciudades sube 20 por ciento la plusvalía de las viviendas. Además, contribuyen a que sus habitantes tengan una mejor calidad de vida porque mejoran tanto su salud física como mental y reducen el ruido hasta en 50 por ciento (Cook-USDA, 2010). Mientras más árboles haya en una ciudad, mejor vivirán sus habitantes. Si queremos ver al futuro con esperanza, hay que tomar conciencia de su importancia y cuidarlos porque de ellos depende nuestro porvenir.