Ocho de cada 10 mexicanas se sienten inseguras en la calle. Desgraciadamente, no es solo una percepción porque siete de cada 10 de ellas han sido víctimas de violencia y cada día asesinan al menos a 10 mujeres por su género (ENVIPE 2020 y ONU Mujeres, 26/11/20).
México está catalogado como uno de los 20 peores países para ser mujer, debido a las condiciones de violencia y desigualdad que sufren, según el ranking del US News & World Report (WE Forum, 11/02/19).
Primero, la violencia en aumento
De 1990 a 2019, más de 56 mil mujeres han sido asesinadas en México, pero resulta aún más alarmante que 33 mil 501 de esos homicidios ocurrieron desde 2007 (ONU, Conavim, Inmujeres-Forbes, 17/12/20).
Con el confinamiento las cosas empeoraron. De enero a septiembre del año pasado, el 911 recibió más de 925 mil llamadas de emergencia por violencia contra las mujeres, lo que equivale a 140 llamadas cada hora (ONU Mujeres).
Segundo, violencia digital
En México, al menos 9.4 millones de mujeres de 12 años o más sufrieron ciberacoso en 2019. Poco más de 40 por ciento de las mujeres que fueron víctimas recibió insinuaciones o propuestas sexuales, mientras que con los hombres apenas superó 16 por ciento (MOCIBA 2019).
Los agresores digitales no solo son de carácter sexual, sino que también filtran imágenes íntimas, las difaman, ridiculizan, agreden o usurpan su identidad.
Tercero, ¿mismas oportunidades?
Las mujeres en México ganan 34 por ciento menos que los hombres aunque tengan estudios y responsabilidades similares, pero si son mamás, ganan 30 por ciento menos que las que no lo son (OIT-CONAPRED, 23/07/19).
Enfrentan barreras como el “techo de cristal”, que son los obstáculos que no les permiten llegar a los puestos más altos, o el “suelo pegajoso”, que las limita con estereotipos que las encasillan (Bucio-ITAM, 2014).
De lunes a domingo, las mujeres en México trabajan 10.6 horas al día, pero alrededor de 70 por ciento de ese tiempo no se les paga porque realizan actividades del hogar y de cuidados (CEPAL/ONU-Forbes, 30/03/19).
Si no fuera poco con tener menos oportunidades laborales, las mujeres pagan más por lo que compran, lo que se conoce como el impuesto rosa. Aunque representan el 70% de las decisiones de compra en el mundo, ellas pagan 42 por ciento más por productos equivalentes destinados para hombres (BM-RT, 20/07/17 y Departamento de Asuntos del Consumidor de NY).
No normalicemos ni minimicemos la violencia contra las mujeres porque va en aumento y cada vez es más agresiva. Tiene distintas caras y se manifiesta al cosificarlas, con comentarios sexistas o machistas, con la discriminación laboral, al limitarlas con estereotipos, al justificar a sus agresores para culparlas por su forma de vestir y, en su forma más brutal y desalmada, con los feminicidios.
Carlos J. Guízar
@carlosjguizar