El tema viene a cuento en atención a que habiendo platicado con un buen número de funcionarios de la actual administración de Tony Gali, no ha habido un solo miembro del gabinete y de aquellos encargos de dirección o subsecretarios lo digo de verdad, que no expresen su desafecto por el senador Javier Lozano a quien han tenido a bien llamar el "mil usos". De todos es sabido que en una actitud de regateo y mezquindad por el eventual recorte de su sueldo en el Senado, pagado por todos los mexicanos, para que ocupara su tiempo en un escaño solo para chatear y twittear en todas las sesiones a las que acudía el peor secretario que ha tenido en la historia un gabinete presidencial. Tal para cual, me refiero a Calderón y a este deudor mío y del Senador Bartlett, por el malogrado procedimiento por daño moral iniciado en contra del estadista y ex gobernador de Puebla.
¿En qué cabeza cabe que podamos creerle a este zalagarda que dejará de percibir más de cien mil pesos de lo que percibirá en nómina desempeñando los 4 cargos en el gabinete de mi amigo Tony Gali Fayad? ergo, sus comentarios en el sentido de que de bajarle el sueldo como senador, por cierto hoy sin fuero, tendría que venir a robar, algo que por supuesto no causa sorpresa a nadie, basta con entrar a Google y darnos cuenta de las innumerables tropelías y actos de corrupción que acompañan a este enchufado de la política. ¿Cuántos empresarios o extorsionados de Lozano Alarcón serán víctimas de su famosa amenaza "copelas o cuello"?
Para retomar nuestro tema principal debemos decir que, en tan poco tiempo de haberse hecho cargo como vocero y responsable de la oficina del gobernador, representante del Gobierno del Estado en la Ciudad de México y presidente ejecutivo de la Coordinación Estatal de Transparencia y Gobierno Abierto, la iglesia en manos de Lutero. Ya no hay quien lo aguante y lo vean como lo que es, ¡un arrimado!
Debo recordar a ustedes como lo hice en otras entregas, que fue este mindundi quien encabezó una campaña de desprestigio soterrada para que Tony Gali no alcanzara la candidatura, fue él quien le dio la espalda a la esposa de su otrora amo, responsable de sacar al ejército a las calles, Felipe Calderón. El que traiciona una vez, traiciona siempre, fue él quien horas después de la toma de posesión de nuestro apreciado gobernador y con los efectos de un buen número de bebidas espirituosas o aguas locas, me cuentan, víctima de la añoranza de quien lo hiciera senador sin esfuerzo alguno (RMV), lanzaba esputos, epítetos e improperios, seguidos de un "Rafa gobernador". Pena ajena. Pues bien, cuánto tiempo nos durará la pesadilla de tener a quien preclitado ante sus compañeros de gabinete no tenga que salir por piernas, porque no encaja con el gabinete de Tony Gali. No cabe duda que la verdadera labor que viene a desempeñar es la de cotilla y delator, espía de baja estofa y abyecto informador de quien sigue siendo su amo RMV, como quiera que sea, no huelga recordar a mis amables lectores tomen un poco de su tiempo para leer algunos de sus antecedentes como político chorizo y como persona, basta con que tecleen su nombre para que vomite la computadora, y así, puedan enterarse de la clase de personaje que anida en nuestro estado sin deberla ni temerla. Lo digo sin acritud, ¡pero lo digo!
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