Del Dogmatismo aquí y ahora (II)

Ciudad de México /

Luego llegaron las enseñanzas del indio yaqui, don Juan, en los libros de Carlos Castaneda, la Metafísica de la señora Méndez y los libros de autoayuda.

De esta manera, el catolicismo actual es una práctica de viejos y de jóvenes que buscan la rehabilitación de las drogas y el alcoholismo, en tanto que los meditadores, como se les reconoce, conformaron una elite más cercana al discurso de la iluminación que a la liberación de los problemas cotidianos.

Practican yoga para combatir el estrés y mantener una figura juvenil, coadyuvada por una dieta vegetariana o vegana.

La iluminación fue sustituida por el bienestar y la buena imagen.

Con el paso de los años, estas escuelas se volvieron iguales al cristianismo: dogmáticas. Con un dogmatismo no reconocido, velado por las palabras vibras, energía, fluidez, libertad de la práctica y de la interpretación, vivir aquí y ahora, ser seres de luz, etcétera. Una nueva jerga.

Como consecuencia, hoy podemos observar una fuerte diferencia en la percepción del mundo y del hombre:

La vida es algo que no permanece. siempre está cambiando, es una ilusión.

El tiempo es una convención, no existe realmente, lo cual obliga a vivir en el aquí y ahora; por lo tanto, no hay pasado ni futuro, hay que vivir el día a día.

El hombre convive con un enemigo mortal interno que le impide ser él mismo, identificado como “ego”.

El cuerpo es pura energía cósmica

Creer que el hombre es real se considera una enfermedad.

Otro enemigo mortal que impide el conocimiento real de sí y del universo se llama “apego”. Sin duda, este cambio de mentalidad ha tenido sus efectos en la economía, las relaciones sociales, la visión del mundo y consecuentemente en el arte y la literatura.

Así, el pensamiento filosófico burgués generó un andamiaje teórico que se ha divulgado en todas las capas sociales, diluyendo las diferencias como las clases, las capas, los estamentos y creando la idea de igualdad entre todos los hombres y mujeres, unidos en la búsqueda de esa liberación de las ataduras económicas, sociales, políticas y religiosas.

El hombre, se dice, es un espíritu enjaulado en el cuerpo; todo lo demás es ilusión, convención y condicionamiento. La única aspiración de todo hombre y mujer --niño, adulto o anciano— es liberarse de estas ataduras que lo condicionan a considerar verdadero lo que es falso y realidad lo que es ilusión.

El hinduismo ha influenciado a todos los pensadores europeos después de la II Guerra Mundial y ha dado un giro a su pensamiento, sesgándolo con las creencias propias de ese modo de pensar.

El mundo tal cual es una ilusión. La realidad es un conjunto infinito de energías que se entrecruzan como un tejido de cuerdas.

El homo sapiens sapiens es el que ha logrado vivenciar esa nueva realidad.

  • Carlos Prospero
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