Efectos de un Premio Literario

Ciudad de México /

Un premio literario cualquiera, desde el más ramplón hasta el más reconocido a nivel mundial, convierte al premiado en toda una autoridad para todos los que participan en el mundo literario.

Su dicho se vuelve cuasi dogma y sus textos adquieren una dignidad que jamás tuvieron.

Porque un premio es el reconocimiento de quien ejerce el poder social, a través de un grupo de representantes de esos poderosos que siempre están a su servicio.

Tal es el efecto de algo que fue otorgado para mantener a raya al autor que, para el otorgante del dinero, es uno más en la lista de sus agremiados.

Para el premiado significa dinero (el pago de deudas, un viaje largamente acariciado o la compra de una casa para los últimos días de su vida), fama, nuevas ediciones de sus libros viejos y sobre todo intocabilidad: el premio eleva y blinda sus textos, los hace no criticables y les otorga la calidad de referencia obligada.

A partir del momento en que se hace pública la entrega de tal premio, toda la sociedad le rinde pleitesía, pero también le encabalga una cierta envidia que le deja caer algunos adjetivos peyorativos, soportables por considerarse parte de ese proceso.

No hay nada como un premio para enaltecer el culto a la personalidad, tan caro en nuestra sociedad estos días.

Pero ese premio tan esperado, tan soñado, tan querido, sirve para acallar al premiado, si antes mantenía alguna querella con los poderosos, pues un premio quita asperezas, dulcifica el alma y hace brotar la bondad y el amor por los contrarios a la vez que hace enfocar su energía en nuevos temas, en nuevos escritos que lo alejan de todo, hasta de sí mismo.

Un premiado ha rebasado las contradicciones sociales propias de su momento histórico y se ha instalado de nuevo en aquel paraíso perdido en algún momento de su niñez o su adolescencia: ha ido más allá de las acotaciones que la sociedad le imponía y por primera vez se siente libre.

Carlos Prospero


  • Carlos Prospero
Más opiniones
MÁS DEL AUTOR

LAS MÁS VISTAS

¿Ya tienes cuenta? Inicia sesión aquí.

Crea tu cuenta ¡GRATIS! para seguir leyendo

No te cuesta nada, únete al periodismo con carácter.

Hola, todavía no has validado tu correo electrónico

Para continuar leyendo da click en continuar.