Despedida

  • Al Derecho
  • Carlos A. Sepúlveda Valle

Jalisco /

En el 2011 fui invitado a colaborar en MILENIO, me sugirieron que escogiera un título que la identificara, decidí que Al derecho describía el enfoque que pretendía dar a mis colaboraciones, en ocasiones hacer un análisis jurídico, y siempre abordar todos los temas con objetividad.

Inicialmente la idea dominante fue hablar de la ética pública y desde luego insistir en la necesidad de atacar la corrupción. El hecho de que Peña Nieto hubiera suscrito en su campaña como el primero de sus compromisos “el combate a la corrupción” fue alentador, pero esas aparentes buenas intenciones se estancaron en el legislativo y se esfumaron en su gobierno.  

A fines de ese sexenio se aprobaron las reformas constitucionales y las leyes que crearon el Sistema Nacional Anticorrupción, lo engorroso de sus disposiciones, las estructuras complejas que se diseñaron, su limitado ámbito de operación, la escasa utilidad para prevenir actos de corrupción (tarea que en las leyes abarca unos párrafos), y lo complicado de los procedimientos para sancionar responsabilidades administrativas auguraban el fracaso de este Sistema. El hecho que aún no se haya designado a los magistrados anticorrupción del TFJA así lo demuestra.    

El proceso electoral del 2018 fue tema recurrente, el triunfo de AMLO no fue sorpresivo, sí lo fue que Morena haya logrado la mayoría en el Congreso lo que modificó los frenos y contrapesos del poder y le ha permitido al presidente imponer su agenda populista, ampliar su visión mesiánica, acrecentar su conducta autoritaria, modificar, ignorar, violar la legalidad, y destruir o debilitar instituciones.

El presidente ha sido cauto para revelar cuáles son sus verdaderas intenciones durante y después de su sexenio, hasta ahora viene vendiendo el cuento de la Cuarta Transformación, pero seguro que en su fuero interno hay algo que va más allá que ejercer la presidencia en los plazos y condiciones que marca la Constitución.

Es evidente que López Obrador se está ocupando ya de preparar su reelección en el 2024 interpósita persona, y todo indica que está pensando en una mujer como próxima presidenta de México, dos de ellas ya realizan actos de precampaña, Claudia Sheinbaum y Beatriz Gutiérrez. 

Si el modelo que el presidente quiere imitar es Brasil la preferida será Claudia Sheinbaum,  pero si lo que pretende es introducir el Chile de Allende, la candidata será su esposa Beatriz Gutiérrez Muller, ciudadana mexicana y chilena de estirpe allendista y simpatizante de la Unidad Popular, la coalición de socialistas y comunistas que en menos de tres años destrozaron la economía, la gobernabilidad y la convivencia en Chile y provocaron una cruenta dictadura militar.

No menos importante, la omnipotencia y omnipresencia presidencial, tema dominante en todos los medios de comunicación, todos los días, es un factor que dificulta analizar con rigor temas jurídicos y opinar de los acontecimientos políticos de manera objetiva y sosegada, y resulta aburrido y cansino.

Así las cosas, tener que hacer referencia frecuente  al discurso presidencial y a las acciones del gobierno, y sobre todo, analizar la forma centralizadora, autoritaria y anticuada como pretende gobernar López Obrador, enturbia el cerebro, debilita el entendimiento y es un ejercicio estéril que provoca desaliento para el análisis y desánimo para escribir.

Por esas razones he decidido poner fin a mis colaboraciones en este espacio. Mi agradecimiento a MILENIO por la libertad que gocé, y a los lectores mi gratitud por tratar de descifrar lo que quería decir.  


csepulveda108@gmail.com


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