Tiempo de Reflexión III

Estado de México /

Estamos a unas horas de que concluya este 2025, sin lugar a dudas es la conclusión de un ciclo de vida, social y personal, se ven los resultados del inventario de aquello que realizamos a lo largo de un año, y “checamos” que hicimos bien, y que no tanto. Bueno, es un tiempo de reflexión íntima, en la que hablamos con nosotros mismos, sin concesiones, sin adulación alguna, así, digamos que en confianza.

Para mí, así es mi diálogo de fin de año, y en lo que suelo pensar invariablemente, es en mi familia en todos los sentidos, entendiendo que cada uno es un ente independiente, con sus propias decisiones y elecciones, que deberán de asumir los logros y las amarguras por el derecho de elegir y construir, y que estamos conectados invariablemente como las raíces de los árboles en un bosque, en los que subterráneamente buscan en todas las direcciones para encontrar el agua que los alimente, los nutra, les de vida.

Así somos, así lo veo.

En este periodo de conclusión de año, hago un repaso breve sobre aquello que nos relaciona humanamente entre nosotros, los valores, en principio, la libertad que nos permite a los hombres construir sueños, y emprender el camino para lograrlos. La templanza para controlar y moderar nuestros deseos, para evitar distraernos de nuestra causa, y seguir pacientemente nuestro destino.

Los mares de la vida nos deparan muchas sorpresas, y es importante por siempre, guardar y conservar la integridad, como bien decía Heráclito “Día a día, lo que eliges, lo que piensas y lo que haces es lo que te conviertes. Tu integridad es destino… Es la luz que guía tu camino”.

Sería interminable mencionar todos los valores, ya que existen decenas de ellos en el diario caminar, sin embargo quiero despedir este año, junto con ustedes, sobre los que tienen mayor presencia en mi vida: La lealtad que significa corresponder con acciones, para aquellos que nos brindan en palabra y hechos el compromiso ofrecido. La honestidad, que brinda confianza a otros en nuestro actuar, pensar y trabajar, es la base que da soporte a los sentimientos que dan confianza a las personas a emprender proyectos juntos.

Y por último el agradecimiento, que en mi sentir, sintetizan estos valores, en este sentido va mi agradecimiento a Milenio por darme la oportunidad de compartir con ustedes este tiempo de lectura, y de igual forma por leerme cada semana.

En ese camino, vamos todos en un gran navío, navegando por los mares de la vida, en los que iremos descubriendo día con día la palabra que significa andar por estas tierras.


  • Carolina Monroy
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