Hacia una nueva normalidad política

  • Columna de Catalina Monreal
  • Catalina Monreal

Ciudad de México /

Recientemente, la escritora inglesa Zadie Smith publicó una serie de ensayos escritos durante la primera fase de la pandemia. Uno de ellos, llamado “La Excepción Americana”, invita a la reflexión sobre el tipo de personajes que la política necesitará para enfrentar los efectos de la crisis sanitaria y económica que todavía sacude al mundo y cuyas consecuencias dejarán una estela de larga duración. Como bien dice Smith, el desastre demanda un nuevo amanecer y solo una nueva forma de pensar puede producirlo.

En todo el mundo la pandemia ha mostrado la vulnerabilidad y la inequidad bajo la cual están construidas las sociedades y la reflexión de Zadie Smith lo muestra con crudeza, sin tapujos; “la tasa de mortalidad entre personas negras y latinas que han muerto a causa del coronavirus [en Estados Unidos] es el doble que las personas blancas o asiáticas. Más gente pobre ha muerto en comparación con personas ricas, la mortalidad es más alta en los centros urbanos que en las zonas rurales”. La pandemia nos ha mostrado que el precio de la desigualdad no solamente es conceptual, sino que sus efectos son materialmente desgarradores en los sectores de la población más vulnerables.

Fue Clement Attlee, parlamentarista y líder laborista inglés en los tiempos de la posguerra, quien enfatizó que la guerra había sido ganada gracias al esfuerzo del pueblo británico en su conjunto, que antepuso los intereses nacionales al interés privado. Por eso sería un error pensar, señaló Attlee, que la construcción de un país más equitativo puede ser poniendo el interés personal por delante del bien común. Basada en este evento histórico, Smith reflexiona sobre la necesidad de dejar de lado toda forma de egoísmo para poder construir sistemas de salud accesibles y mejor preparados, que eviten que el mundo vuelva a entrar a una crisis de la misma magnitud que la originada por la aparición del covid-19.

Pero para poder tener políticas que apunten hacia un mundo y países más equitativos se necesita contar con personas que puedan abanderar políticas orientadas hacia la igualdad sustantiva. Es en este contexto donde las elecciones de Estados Unidos, el centro de gravedad político, ideológico y económico del planeta cobra especial importancia. Y aunque la elección presidencial aún no se define en su totalidad, resulta importante en este punto analizar el significado del triunfo de las cuatro mujeres congresistas pertenecientes al grupo que se ha denominado como “The Squad” ­–El Escuadrón–, pues las carreras de todas ellas no surgen del privilegio, sino desde la meritocracia y el entendimiento de las realidades y la diversidad de sus comunidades.

Además de enfrentar la barrera del machismo característico de la vida política de cualquier país, las congresistas IIhan Omar, Alexandria Ocasio-Cortez, Rashida Tlaib y Ayanna Pressley, quienes lograron ser reelectas, comparten la visión de generar las condiciones de justicia y equidad social de abajo hacia arriba, misma que resultará fundamental si verdaderamente queremos crear sociedades que en un futuro cercano estén equipadas para enfrentar una crisis como la actual. Sin duda esta ola de personalidades es una muestra de la importancia que el papel de las mujeres tiene en la política, pero también de cómo las nuevas generaciones debemos entender los medios y los fines políticos.

La pandemia nos ha mostrado la necesidad de romper los moldes preconcebidos sobre qué es y para qué funciona la política. Es necesario transitar de una óptica paralizada en la que la política es entendida como la ostentación del poder por el poder, hacia un nuevo pacto social en donde la política sea verdaderamente la herramienta que permita cumplir las demandas sociales y cerrar las brechas. Para ello es también necesario que cualquier persona con la intención y vocación de mejorar la vida de sus comunidades, de sus estados y de su país pueda encontrar los espacios de participación. De eso dependerá que el futuro nos encuentre mejor preparados para hacer frente a las dificultades generadas por las complejidades de un mundo cada vez más dinámico.

* Especialista en temas de igualdad de género

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