La nueva normalidad es esa vida que ha sido adecuada al contexto de la pandemia por covid-19, el coronavirus que, de acuerdo con cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), ha matado alrededor de 860 mil personas en todo el mundo.
Este virus nos ha orillado a vivir la nueva normalidad con una serie de cambios obligatorios para evitar más contagios y decesos, entre los cuales están, de manera básica, el uso del cubrebocas, especialmente en lugares con alta concentración de personas como en el transporte público y lugares cerrados, mantener la sana distancia de 1.5 metros, la aplicación de gel antibacterial y lavado constante de manos.
Ojalá que a esta nueva normalidad se le sumen muchos más cambios, por ejemplo: disminuir o eliminar por completo alimentos altamente procesados, azucarados y dañinos para la salud, y es que, de acuerdo con un estudio del 2015 realizado por la Universidad de Tufts las bebidas con azúcar provocan la muerte de 24 mil mexicanos al año, por lo que, contar con etiquetas claras y entendibles en la parte frontal de los productos es necesario para informar y concientizar a la población del riesgo para la salud que implica el consumo de estos productos.
La nueva normalidad, sin duda, debería incluir cuidar nuestra salud física y emocional, que el deporte forme parte de nuestra cotidianidad, así como eliminar los tabúes respecto a la salud mental, el pedir ayudar y acudir con especialistas como psicólogos y/o psiquiatras.
México es el primer lugar de los países en el mundo en diabetes infantil y el segundo en obesidad en adultos, en tanto que las enfermedades crónicas representan siete de las 10 principales causas de muerte.
De acuerdo con información del portal alemán de estadística, Statista, en 2019 en el país había más de 12 millones 831 personas con diabetes y se estima que al menos anualmente mueren más de 100 mil personas a causa de esta enfermedad, lo que nos coloca en el sexto lugar a nivel mundial después de China, India, Estados Unidos, Pakistán y Brasil. Tres de cada 10 niños y niñas en México padecen diabetes y estos casos son cada vez más frecuentes pues en los últimos años se ha triplicado la incidencia en nuestro país.
En lo que respecta al sobrepeso, México tiene una de las tasas más altas de obesidad entre los miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Cerca de 73 por ciento de la población mexicana padece de sobrepeso (en comparación con una quinta parte de la población en 1996). Además, 34 por ciento de las personas padecen obesidad mórbida es decir el mayor grado de obesidad. Según con dichas proyecciones, las enfermedades relacionadas con el sobrepeso reducirán la esperanza de vida en México en más de cuatro años durante los próximos 30 años.
De conformidad con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición de Medio Camino 2016, realizada por el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) y la Secretaría de Salud, uno de cada cuatro adultos en México padece hipertensión arterial, es decir, 25.5 por ciento de la población, de los cuales aproximadamente 40 por ciento ignora que tiene esta enfermedad, y ello repercute en su condición de salud; y cerca de 60 por ciento que conoce el diagnóstico, solamente la mitad están controlados. En los hombres la prevalencia es de 24.9 por ciento y en mujeres 26.1 por ciento.
Sería importante que, en esta nueva normalidad, nuestra casa fuera realmente nuestro hogar y no un lugar en el que solo pasamos la noche, que el mercado laboral se regulara y que se tomara responsablemente el balance entre la vida familiar y el trabajo. Que el home office se quede como una alternativa seria para quienes sí sean candidatos para realizar teletrabajo con todas las consecuencias positivas que conlleva, pues se ha demostrado que favorece el incremento de la productividad basándose en la flexibilidad de horarios. Además, esta forma de laborar desde casa ayuda a la reducción del gasto en gasolina, del tránsito, y la disminución de la contaminación.
* Especialista en temas de igualdad de género