Antes de vivir en esta tierra del Valle de Toluca, mis primeras visitas al Estado de México fueron a Acambay, un municipio que tiene su encanto natural, cultural y gastronómico.
Y tiene también su historia: su cabecera municipal nos recibe con la estatua de Maximiliano Ruiz Castañeda, el médico que aportó a la humanidad la vacuna contra la tifo y que logró hacer frente a la epidemia que tomó por sorpresa a nuestro país en 1915. Como si respaldara a este genio de la ciencia, al fondo podemos apreciar La Peña, un lugar icónico para los lugareños y para quienes vamos de paso. Desde su cúspide se puede disfrutar del legendario Valle de los Espejos, en el cual aún se observan los últimos bordos y estanques que reflejan a la luz de sol. En su fondo el Nevado de Toluca y en su costado el cerro de Jocotitlán. Una verdadera maravilla natural si tienes la oportunidad de visitarla por la mañana, cuando las nubes descienden para abrazar la tierra.
Continuando con esta remembranza de su bella vista, el municipio cuenta con un Museo Regional, un espacio cultural que da cobijo a más de mil 800 piezas arqueológicas recuperadas de la zona de Huamango, otro sitio obligado para visitar, también conocido como “el lugar donde tallan madera”, el cual fue ocupado por los otomíes y en el que podemos no sólo apreciar sus sistemas arquitectónicos, sino encontrar un momento de tranquilidad y reflexión. Sin duda un espacio en el que vibra la energía y que es muy visitado en marzo, cuando inicia la primavera.
Además de los espacios arquitectónicos, este municipio mexiquense tiene bellos bosques, parajes y paisajes, en los cuales la luz del sol se refleja entre los árboles, que muchas veces se adereza con la neblina blanca y, si tenemos algo de suerte, con un arcoíris. Sin duda, a destacar está la Cañada del Gallo, que se viste de blanco en la época decembrina; un espectáculo visual inigualable.
Este municipio al norte del Estado tiene una rica comida. Entre los platillos, la barbacoa, las tortillas de trigo, queso fresco, mole y pan de pulque hecho en horno de leña.
También encontramos sus artesanías elaboradas a base piedra volcánica, popote de trigo, tule, ixtle u ocoshall; una de ellas es el famoso molcajete de San Pedro de los Metates, que aún es utilizado para realizar las mejores salsas.
Éstas son solo algunas pequeñas luces culturales y naturales del bello Acambay. Les invito a visitarlo, conocerlo y fomentar el turismo local.