La belleza de la sencillez

  • Malas compañías
  • Celeste Ramírez

Ciudad de México /

El más chilango de todos los escritores, el maravilloso y hoy finado Armando Ramírez (1952-2019) ha sido recordado por una de sus frases más maravillosas: ¡Qué bonito es lo bonito!, apuntaba siempre como una muletilla personalísima.

En efecto, lo sublime de la sencillez puede generar una mayor felicidad: un gesto, una palabra o un detalle, un gran abrazo son esas cosas que pueden provocar una fuerte motivación para enfrentar lo cotidiano o para irnos a dormir con una sonrisa.

Las cosas bonitas (y sencillas) se disfrutan. En estos días, la naturaleza —así espontánea— ha regalado espléndidas postales de la zona nevada de los volcanes y del cielo por el fenómeno conocido como nubes lenticulares.

Otra sencillez para disfrutar—y agradecer al infinito— será una tarde con la familia guarecida en casa mientras arrecia el frío, mientas pasa eso que han llamado Frente Frío y los han numerado. Porque es una absoluta generosidad de la vida saberse en la tranquilidad del hogar y en la más absoluta seguridad doméstica.

Son las cosas pequeñas las que deben ponerse de moda para el disfrute personal; para el ocio bien llevado y para construir y fortalecer nuestra capacidad de asombro y, ¿por qué no decirlo?, para espabilar nuestra capacidad de frustración frente a esos panoramas sombríos que suelen acecharnos.

Cosas de la gente sencilla —como la que describe el poeta Pablo Neruda en su «Oda a la crítica»—, capturar una tarde en familia, una puesta de sol, ver la luna, recibir o dar una sonrisa, un abrazo. Incluso —ante tanto insomnio porque se nos está olvidando soñar— dormir una noche ‘a pierna suelta’.

Regresar a lo básico: disfrutar, regocijar, recrear, gozar, aprovechar el cotidiano momento que hemos dejado pasar de largo porque ya todo lo damos por hecho.

Hemos dejado de apreciar la sencillez de las cosas. Nos hemos complicado con dispositivos complejos, aplicaciones tecnológicas que, según, nos solucionan la vida. Nos hemos convertido en adictos a las notificaciones.

Hoy que iniciamos el año, en la belleza de lo sencillo: con amor, unamos anillo y relámpago (Neruda).


Más opiniones
MÁS DEL AUTOR

LAS MÁS VISTAS

¿Ya tienes cuenta? Inicia sesión aquí.

Crea tu cuenta ¡GRATIS! para seguir leyendo

No te cuesta nada, únete al periodismo con carácter.

Hola, todavía no has validado tu correo electrónico

Para continuar leyendo da click en continuar.