Sigue vigente: De cuando asumió la presidencia a la fecha -en menos de cinco meses- el panorama para Claudia Sheinbaum solo se ha complicado.
Hemos comentado la confrontación con Donald Trump; el choque con los cárteles a los que -forzadamente- ha tenido que combatir y la disputa por el poder disimulada y negada, pero real con López Obrador. Los tres siguientes frentes parecieran ser parte del último mencionado, que los podría negociar en paquete a través del ex presidente, pero no.
Tiene una fuerte confrontación con Andrés López Beltrán “Andy” y Luisa María Alcalde, secretario y presidenta de Morena; otra con Adán Augusto López, coordinador de los senadores guindas y Manuel Velasco, coordinador de los senadores del verde; y una más con Ricardo Monreal, coordinador de los diputados federales de su mismo partido.
Con el hijo del ex presidente y su coequipera hay un distanciamiento que se ve en el poco respaldo a Sheinbaum y un trabajo por separado de la dirigencia partidista. Los grandes escándalos en los que ha estado inmersa la presidenta son afrontados por el gobierno nacional sin una reacción intensa, extendida y sincronizada de parte de la dirigencia de Morena como se hacía en tiempos de López.
Con los coordinadores parlamentarios de su partido el conflicto es un triángulo, donde cada uno de ellos jala para sus intereses dejando colgada de la brocha a la presidenta a quien en más de dos veces le han rechazado sus propuestas o iniciativas y han privilegiado la línea del ex presidente o la de sus respectivos grupos políticos, mientras que Velasco ha terminado aliándose con el coordinador morenista del senado.
Con estos líderes parlamentarios parece complicado que se logre un entendimiento y colaboración, porque ambos se sienten con méritos para suceder a Sheinbaum y no juegan en equipo, sino separados.
Este distanciamiento legislativo le abrió un frente más con grupos feministas tras exonerar, en la práctica, a Cuauhtémoc Blanco de la acusación de acoso sexual de parte de su media hermana. El discurso de la defensa de las mujeres cayó por los suelos dejándole un boquete a la imagen presidencial. En una semana, los dos últimos frentes candentes.