No. Se equivoca usted, ayer no fue el Día de los Santos Inocentes. No, el domingo 28 de diciembre, por ser feriado, nos lo cambiaron por todo un año: El 2026 será, completito, para celebrar a las “inocentes palomitas que se dejen engañar”.
Dos ejemplos: (1) El tercer mundial de futbol celebrado en México y (2) las negociaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte.
Nuestro tercer mundial
No vaya usted a creer que el Mundial FIFA 2026 es un negocio privado de una pandilla de vivos que, como lo demostró el propio FBI, ha subastado torneos, arreglado partidos y va de sede en sede forzando a sus socios locales a firmales contratos leoninos a cambio de los “derechos” de vender cerveza y comida chatarra a sus pueblos; a quienes sin mayor reparo convencen de que están promoviendo salud, esperanza y la paz mundial.
“Fake News!” diría en ganador del Premio Mundial de la Paz 2025. Que no le digan, que no le engañen, El Mundial, con sus 104 partidos será tri-nacional porque 13 se llevarán a cabo en México y 13 en Canadá. Del 11 de junio al 19 de julio, 19, esto es, 39 gloriosos días en que el mundo entero será feliz y todos comeremos codorniz.
La fiesta será nacional porque cualquiera puede pagar el precio de los boletos, pues ya aumentaron el salario mínimo. Además, 5 millones de turistas vendrán a nuestro país a ver y admirar nuestros paisajes, nuestra comida inigualable, el amor de nuestra gente y, sobre todo, los enormes avances de la Cuarta Transformación. (Si le funcionó al general Videla en 1978…).
No vaya usted a creer que las selecciones son marcas registradas y que todo es un negocio gigantesco, globalizado (eso sí) y neoliberal. De ninguna manera, ahí están, como pruebas de autenticidad, las banderas y los himnos nacionales. Saldremos a la cancha a “echarle muchas ganas” y así defender el honor de la patria.
Por cierto, vamos a ganar La Copa. Habrá quinto partido y, luego, el milagro completo: ¡Campeones del Mundo mundial!
Bueno, bueno, seamos serios y hablemos del Tratado Comercial entre México, Canadá y Estados Unidos.
Marcelo, el mejor y más leal colaborador de la Presidenta con A, seguramente recurrirá a los secretos más profundos de las artes marciales orientales y terminará por vencer, él solito, a todo el equipo de halcones, racistas y fanáticos que conforman el Team-Trump. Si (casi) pudo con las corrientes y tribus de Morena, por qué no podría con los gringos.
Además, ya lo dijo Claudia, “colaboración sí, subordinación jamás”. En una de esas, ellos nos necesitan más a nosotros que nosotros a ellos. Que el 85 por ciento de nuestras exportaciones dependan del mercado estadounidense no es debilidad, al contrario, así los queríamos tener. No olvidemos aquella pelí de “Un día sin Mexicanos”. Para que aprendan, “Remember the Alamo!" Y si todo llegará a fallar, ya sabemos quién podrá defendernos: el mismísimo Señor de Macuspana.
El hecho es que México le va a ir muy bien con Trump, porque a otros países les va peor. El hecho es que México no es proteccionista, sino que regresa a imponer aranceles a otros países por nuestro propio beneficio. El hecho es que “lo que está hecho en México está bien hecho”. ¿Así, o más claro?
Así todo, felices fiestas y los mejores deseos para el 2026, el año de los Santos Inocentes. Otro más.