El pasado 17 de agosto del presente concluyó la Consulta Pública para el Desarrollo y Ordenamiento Metropolitano que llevó a cabo el Imeplan, mediante la cual, se actualizarán los instrumentos del Plan de Ordenamiento Territorial Metropolitano (POTmet) y el Programa de Desarrollo Metropolitano del Área Metropolitana de Guadalajara (PDM), instrumentos esenciales para garantizar el desarrollo ordenado y sostenible de nuestra metrópoli.
Aprovecho la ocasión para resaltar la importancia del Imeplan en la planeación del territorio. Dicho instituto ha demostrado ser un actor clave en la coordinación de esfuerzos entre los distintos municipios que conforman el Área Metropolitana de Guadalajara, asegurando que las políticas de desarrollo urbano no solo se diseñen de manera integral, sino que también se implementen de manera ordenada y coherente.
Uno de los aspectos más importantes en esta planificación, es la creación de polígonos de desarrollo estratégicos. Estos polígonos son áreas específicas que concentran a sectores clave de la economía regional.
Su importancia radica en su capacidad para organizar el espacio urbano de manera eficiente, maximizando el uso de la infraestructura existente y facilitando la atracción de inversiones. Al mismo tiempo, estos polígonos son vitales para la generación de empleo y el fomento de un crecimiento económico sostenible, beneficiando a todos los municipios que forman parte de la metrópoli.
En este contexto, Tlajomulco de Zúñiga emerge como un candidato natural para convertirse más que en un o unos polígonos, en el polo de desarrollo económico clave del Área Metropolitana de Guadalajara.
Ubicado en el sur de la ciudad, Tlajomulco posee una ubicación geográfica estratégica, que lo conecta con importantes corredores logísticos, como la Avenida López Mateos, la Carretera a Chapala, el Circuito Metropolitano Sur y el Macrolibramiento, facilitando así el flujo de bienes y servicios en la región.
Además, Tlajomulco alberga el Aeropuerto Internacional de Guadalajara Miguel Hidalgo, que no solo es un importante punto de conexión aérea para la región, sino que también está en proceso de expansión con la apertura hace unas semanas de la segunda pista, posicionándolo como un centro neurálgico para el comercio internacional y la logística.
La combinación de su infraestructura vial, la cercanía al Puerto de Manzanillo —la puerta de entrada al mercado Asia-Pacífico— y su creciente capital humano, hace de Tlajomulco un entorno propicio para la instalación de empresas tecnológicas, de innovación y de comercio.
Estos factores, sumados a la construcción de la Línea 4 del Tren Ligero, refuerzan su potencial para convertirse en la ciudad del progreso y desarrollo de toda la metrópoli.
Por ello, si bien el Imeplan ha jugado un papel crucial en este proceso, asegurando a los municipios un desarrollo armónico, con un enfoque en la sostenibilidad y la inclusión social.
La actualización del POTmet y el PDM, deben orientarse a fortalecer y acelerar el desarrollo en el sur de la ciudad. El futuro inmediato de la metrópoli se ubica en la consolidación de polos de desarrollo para la industria inteligente, y eso, en este momento ya se está generando en Tlajomulco gracias a su propia planificación territorial.