“Desde el panteón de los vivos, donde los presos están muertos en vida y su recuerdo afuera se va desvaneciendo” (Emiliano Ramos).
En tiempos de juventudes revolucionarias, cuando aún existía abundante melena y la utopía de cambiar el mundo era una constante, conocí a Emiliano Ramos en la Ciudad de México.
Un tipo valiente, honesto, respetuoso, de gran calidad humana, amoroso con su familia y algo que quiero destacar, admiro enormemente su gran sentido de responsabilidad social.
Desde el inicio hicimos click, con él, como diputado federal y otros amigos y amigas, recorrimos el país para construir una estructura nacional de jóvenes que apoyara la candidatura de AMLO en 2006.
Por invitación institucional, entre 2005 y 2006 participamos en distintos congresos internacionales como en Cuba, Honduras, Venezuela entre otros.
En relación con ello, cómo olvidar las gestiones que realizó Emiliano con el gobierno de Cuba para que a través del programa “Operación Milagro” cientos de mexicanos recuperaran su vista de manera gratuita.
Y en este sentido, cómo no recordar cuando Emiliano con 25 años, en 2005 cantó con Hugo Chávez cielito lindo. Su regreso al aeropuerto de la Ciudad de México fue catastrófico.
Ahí conocí en carne propia la manipulación y poder de la élite política de derecha. Fue crucificado como un traidor a la patria, y a la estructura juvenil que construíamos, la vincularon con las redes armadas bolivarianas (todo un absurdo).
Después de su recorrido nacional, regresó a su natal Quintana Roo, donde fue diputado local. Al final, mi compadre como le digo de cariño se retiró momentáneamente de la política para dedicarse a la crianza de sus hijas ya que se había separado de su pareja y las niñas habían quedado bajo su pleno cuidado.
Hace unos días, lastimosamente conocí por los medios de comunicación nacional que Emiliano había sido arrestado. Se encontraba en un centro penitenciario, en prisión preventiva por un posible delito electoral que no justifica medida cautelar.
Logré hablar con él, me confesó la tristeza de no poder ver a sus hijas en ya casi 60 días, pero, sobre todo, la impotencia sobre las arbitrariedades, el abuso de poder y de autoridad que ha sufrido desde su detención, hasta el desarrollo de su actual proceso. El objetivo, retirarle la custodia de sus hijas y su patrimonio.
Emiliano acusa abiertamente de estar detrás de este montaje a su exesposa Paola Moreno, diputada local de Morena, y Heyden Cebada su pareja sentimental, actual Presidente del Supremo Tribunal de Justicia de Quintana Roo.
Querido amigo, primero, hago votos porque en tu caso prevalezca la justicia y el estado de derecho para que pronto regreses con tus hijas.
Te conozco desde hace más de 20años, se de tu amor por tu familia, y en lo particular estoy convencido que no eres un delincuente, sino un preso político.