Es compromiso de todos

Laguna /

Un verdadero reto para las empresas es lograr que el personal tenga sentido de pertenencia no sólo a la organización como un todo, sino al equipo al que pertenece. 

Este compromiso se va construyendo desde el primer día en el que el colaborador se integra a la empresa y depende de diversos factores: expectativas de desarrollo personal y profesional, condiciones de trabajo, remuneración, clima laboral, satisfacción, entre otros. 

Lograr este compromiso laboral o engagement implica que el trabajador se involucre y se apropie de los objetivos, valores y filosofía de la organización. 

Resalto esta última frase porque muchas veces, desde el proceso de selección de personal, se omite buscar personas que no sólo tengan el perfil de conocimientos y habilidades para el puesto, sino que acusen intereses y valores que puedan coincidir con los de la empresa. 

El sitio CQ Net define el compromiso laboral como “la conexión emocional que siente un empleado hacia su organización, que tiende a influir en su comportamiento y nivel de esfuerzo en las actividades relacionadas con el trabajo”.

Es importante desarrollar vínculos entre el empleado y la organización así como favorecer el trabajo en equipo, lo que nos lleva a distinguir que un equipo no es lo mismo que un grupo. 

En el primero sus miembros comparten objetivos e intereses afines, mientras que en el segundo lo que comparten es una característica, así sea el hacer fila para entrar al cine. 

El empleado comprometido es capaz de unirse a los proyectos organizacionales y no sólo a los propios —o los del equipo cercano con el que trabaja—; sus atributos incluyen tener una actitud propositiva (no sólo criticar), participar activamente, ser flexible a cambios y nuevos retos, buscar el beneficio común más que el individual o de su equipo y contribuir a que el ambiente laboral sea sano. 

Si bien son importantes los esfuerzos de los directivos por establecer y mantener el compromiso, es también responsabilidad de cada colaborador observar una buena actitud, tener la mente abierta y la voluntad de crecer profesional y personalmente así como dar lo mejor de sus capacidades para lograr un ambiente sano y alcanzar el desarrollo organizacional.


Claudia.rivera@iberotorreon.edu.mx

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