El berrinche de Guillermo Lasso contra Alberto Fernández

  • Columna de Daniela Pacheco
  • Daniela Pacheco

Ciudad de México /

El conflicto diplomático entre Ecuador y Argentina llegó a su punto más álgido en días recientes, cuando María de los Ángeles Duarte, exministra de Transporte y Obras Públicas y de Vivienda del expresidente Rafael Correa, salió con rumbo a Venezuela, de la embajada de Argentina en Ecuador, donde estaba refugiada desde el año 2020, tras una condena por supuesta corrupción y una persecución política que inició en la presidencia de Lenin Moreno y continuó posteriormente en la del actual mandatario ecuatoriano, Guillermo Lasso, a varios de los líderes y lideresas de la Revolución Ciudadana, incluido al mismo Correa.

Persecución que tiene a varias de esas figuras asiladas en países como México, Venezuela y Bélgica, liderada por dos mandatarios vinculados hoy a casos de corrupción, con vastas pruebas. El actual presidente Lasso se enfrenta a un pedido de juicio político por concusión en un caso de corrupción de empresas públicas, mientras el expresidente Lenin Moreno es investigado por cohecho y debe presentarse cada 15 días ante la justicia ecuatoriana; los persecutores ahora se dicen perseguidos.

Este martes, ante la presencia del expresidente Rafael Correa en Argentina, por motivo del encuentro del Grupo de Puebla, al que pertenece junto al mandatario argentino, Alberto Fernández, y con quien tiene una estrecha relación, la queja oficial del gobierno de Ecuador, azuzada por un canciller inexperto e impulsivo, no se hizo esperar.

El gobierno de Guillermo Lasso disminuyó la relación de ambos países a un berrinche por una foto en un evento organizado hace meses, en el marco del III Foro Mundial de Derechos Humanos por los 40 años de democracia en Argentina. Alberto Fernández le pidió hacer “el esfuerzo de no mezclar este incidente producto de la impericia de oficiales del Estado ecuatoriano con el amor que a nuestros pueblos vincula”.

Valga la pena resaltar que el gobierno argentino no estaba obligado a “vigilar” ni mucho menos a ser carcelario de la exministra Duarte. En diciembre de 2022, el gobierno argentino solicitó al gobierno ecuatoriano un salvoconducto para Duarte por ser perseguida política, que fue negado.

El presidente, que tiene 16% de aprobación, el peor valorado de América Latina, está enfrascado en un conflicto con Argentina, como si se tratara de una causa nacional para recuperar algunos puntos y del cual, como es costumbre, saldrá muy mal librado. Su pésima gestión, un gabinete mediocre y sus ganas infinitas de culpabilizar siempre a un tercero, incluido a su propio pueblo, han dejado a Ecuador en completa soledad en el continente.


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