Lo que en años no pudo hacer el anterior alcalde, el día de ayer por la mañana el nuevo edil Jorge Reyes lo llevó a cabo.
Le estoy hablando de la limpia que hizo en la calle de Guerrero aquí en Pachuca, al retirar a todos los ambulantes que llevaban mucho tiempo tomando las banquetas de aquel lugar para ofertar sus productos y de paso, “hacerles mosca” a los comercios establecidos del lugar.
No debería ser noticia lo sé, pero para como estamos en la capital de Hidalgo, lo de ayer es por demás relevante y es que era de verdad aquello una situación insostenible, tanto para el transeúnte que perdía espacio en la banqueta para caminar, como a las decenas de comerciantes que habían visto afectadas sus ventas.
La calle de Guerrero empezó desde hace dos sexenios atrás a contaminarse del ambulantaje, alcanzando su cúspide en el 2020 cuando el Concejo Municipal de Pachuca de aquel entonces, le entregó un permiso para vender en plena vía pública, al famosísimo Oscar Pelcastre, y a partir de ahí si usted vive por acá, la historia ya la conoce.
Cuentan que fueron más de 120 puestos los que se movieron, con la promesa de que les darían un lugar para trabajar, según esto, después de que el presidente municipal y su equipo dialogaran con los líderes del ambulantaje, que son los que en realidad controlaban la operación del lugar.
Ahora esperemos que realmente se mantenga esta avenida limpia y sin ambulantaje, aunque en honor a la verdad si no les resuelven a los que estaban, se irán a acomodar a alguna otra calle del primer cuadro de la ciudad o peor aún, terminarán regresando a ocupar el espacio que tenían, irónico lo que le digo ya que en el deber ser, ninguna de estas personas, de origen deberían de estar, es un comercio ilegal, que no paga impuestos, que ocupa la vía pública y que vive en la completa informalidad, pero como siempre son unos cuantos los que dirigen y controlan esta actividad y tristemente, en varias ocasiones coludidos con la autoridad.