El año de su 80 aniversario resultó toda una afrenta para el Puebla de la Franja. Afortunadamente, este domingo concluye la competición de un 2024 calamitoso para la causa poblana y quedará la esperanza de que 2025 signifique el renacer de esta tradicional franquicia.
Sin posibilidades de calificar, el conjunto camotero será el encargado de ponerle punto final al Apertura 2024 en su visita a los Xolos de Tijuana, que, a su vez, van por el pase directo a los cuartos de final.
A lo largo del año calendario, el Puebla ha sumado 19 de 99 puntos, es decir, su productividad fue de menos del 20 por ciento. Por otro lado, los camoteros han encajado 72 goles; de a 2.18 por encuentro. Con esos pavorosos números es imposible competir, ya no digamos en un torneo, sino en un partido.
Pero como en el futbol el calendario corre distinto y comienza en el verano, podemos remitirnos exclusivamente al segundo semestre de 2024 y concluir lo mismo: el Puebla es un muerto en vida que solo va arrastrando la tradición y el poco prestigio que le queda.
La llegada de José Manuel Chepo de la Torre a la dirección técnica supuso una esperanza para los aficionados poblanos. Pero un personaje identificado con la causa y de comprobada calidad en el banquillo, tampoco logró componer el desastre que provocó una directiva que se ha dedicado a saquear a la institución.
Sigo creyendo que Chepo es el indicado, pero el crédito se agota. A partir de los refuerzos que pueda incorporar para el plantel de la Angelópolis de cara al torneo que comienza en enero, podríamos tener la certeza de algún margen de mejora. Con las cartas con las que cuenta actualmente es imposible ajustar en el talón de Aquiles del equipo: la defensa.
Sobre la posible llegada de un nuevo guardameta, todo dependerá de las gestiones de Mario Ordiales. El ex futbolista y actualmente promotor, es una especie de gurú de la directiva.
Chepo ha hecho hincapié en la contratación de un defensa antes que en la de un portero, confía en Miguel Wacho Jiménez, que no es un arquero top, pero lo trajo el entrenador y con él se la piensa jugar.
80 años cumplió el Puebla y pasó de noche una conmemoración tan especial. Lamento decir que allí seguirá el equipo de la Franja, como un contenido de bajo presupuesto del viernes botanero mientras Grupo Salinas continúe a cargo, a menos que surja alguien capaz de convertir el agua en vino como lo hizo en su momento Nicolás Larcamón.
El Puebla verá por televisión la fiesta grande de la Liga MX y su afición tendrá que ayunar por casi dos meses o tomar partido durante la liguilla por colores ajenos. El miércoles por la noche, la afición camotera sufrió una última afrenta antes de concluir el fatídico 2024: ver pintada con los colores azulcrema la grada de su casa.
En el marco del América vs. Pachuca, hubo una muestra de la cantidad de público ávido de futbol, lo mismo que ocurrió anteriormente con las visitas del Cruz Azul, las Chivas y la Selección Mexicana.